El puente que conectará el polígono industrial de San Pedro Alcántara, que aborda ya su segunda fase, y el núcleo urbano de Nueva Andalucía por el Guadaiza se acerca a la realidad. Los plazos de ejecución de esta obra dependen de la aprobación definitiva del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), en tramitación, si bien el Ayuntamiento de Marbella tiene que afrontar antes otro proceso no menos importante y que seguramente alargará el proceso más de lo previsto. Se trata de la negociación con vecinos para la adquisición de suelo, según constató ayer Miguel Troyano, el teniente alcalde de San Pedro, que hizo balance del primer año de gobierno. El objetivo es evitar la expropiación. Según el concejal, la negociación se está enquistando porque dos dueños en concreto se están resistiendo a desprenderse de las parcelas al etiquetarlas con un precio de venta muy por encima del valor de mercado y al que parece que el Ayuntamiento no está dispuesto a llegar para cerrar el acuerdo.
Demanda vecinal
Y es que la adquisición de este suelo resulta fundamental para impulsar una añeja demanda de los vecinos, la construcción del puente, que acumula más de once años de retraso. Mientras, un paso provisional creado sobre el río Guadaiza enlaza ambos núcleos urbanos a la altura del Camino del Potril.Este nuevo paso provisional sirve de desahogo al caos circulatorio de la antigua N-340 y supondrá, en opinión del equipo de gobierno municipal, una alternativa factible a los residentes de la zona para evitar las obras de soterramiento de la A-7. Junto a Troyano, también hicieron balance Javier García, director de Las Chapas, y Baldomero León, de Nueva Andalucía. Ambos redundaron en el progreso que evidencian estas zonas.
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