miércoles, 20 de agosto de 2008

¿Una cascada de despidos y quiebras en el mes de septiembre? (La Opinión)


El sector teme que, tras el verano, multitud de empresas convoquen concurso de acreedores y echen a su plantilla
Nadie relacionado con el sector de la construcción quiere decirlo abiertamente, pero todos temen que el mes de septiembre traiga consigo una lluvia de empresas que se acojan al proceso concursal, incapaces de responder a sus préstamos con las entidades financieras. "No hay dinero y los bancos están esperando a que pase agosto para obligar a muchas a acogerse al concurso de acreedores", señalan representantes del sector. Las promotoras y constructoras que por su escasa dimensión no han podido diversificar actividad en los mercados exteriores (caso de Europa del Este, ahora tan en boga) se han visto atrapadas por un parón brutal de las ventas, del que algunos culpan a las propias administraciones públicas.El principal blanco de las críticas es el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, al que se acusa de haber fomentado unas expectativas irreales de bajada de precios de la vivienda, al prometer mediante la Ley Andaluz de Vivienda que todas las personas que cobren menos de 3.100 euros al mes tendrán derecho en régimen de alquiler o propiedad a una VPO.Críticas a la Junta. "Es una irresponsabilidad que ha provocado que todas las personas que querían comprar casa se hayan guardado el dinero esperando que los precios bajaran por arte de magia. Y eso ha terminado de hundir a un sector que venía ya tocado", explican estas personas. Esas criticas sí han sido realizadas públicamente por el presidente de la ACP malagueña, José Prado, que siempre ha responsabilizado a la Junta de Andalucía de haber frenado al sector debido al enorme retraso que ha acumulado la legislación urbanística de la comunidad, con los PGOU de los municipios empantanados para ser adaptados a la Ley Andaluza del Suelo (LOUA).El remate, según ha comentado en repetidas ocasiones Prado, ha sido la citada Ley de Vivienda, que a su juicio ha paralizado completamente las ventas de viviendas de renta libre y dejado a constructoras y promotores con un serio problema de supervivencia. El hecho es que vender una casa en Málaga es actualmente una tarea titánica, y las empresas están al borde la quiebra. Y con ellas pueden irse por delante muchos puestos de trabajo, para un sector que ya registra en Málaga 22.000 desempleados, 10.000 más que hace un año. Los primeros en irse a la calle en el mes septiembre, según vaticina el sector, son los inmigrantes y los más jóvenes, muchos de ellos con hipotecas y créditos pedidos para comprarse coches ¿Qué pasará cuando también se les acabe el desempleo?

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