Para que sea efectivo, el empresario, imputado en el caso Malaya, deberá ceder tres parcelas al Ayuntamiento · Las obras fueron paralizadas por los tribunales.
El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Marbella parece ser bastante generoso con el propietario del centro comercial La Cañada, Tomás Olivo. Según ha podido saber este periódico, el documento revisado que el jueves entregó el equipo redactor al Ayuntamiento para que lo apruebe provisionalmente en Pleno, permite la consolidación de la tercera fase de esta gran superficie.
Aunque las obras fueron paralizadas por los tribunales debido a que no se ajustaban a la normativa, Olivo, uno de los principales procesados en el caso Malaya, podrá solicitar los permisos para ampliar La Cañada, ya que la parcela donde se estaban efectuando los trabajos aparece ahora calificada para uso comercial. Lo curioso es que en la aprobación inicial del PGOU elaborado por el arquitecto Manuel González Fustegueras, el citado suelo aparecía reservado para la construcción del nuevo recinto ferial.
Este cambio en la calificación será posible si el empresario murciano cede al municipio una parcela al norte de La Cañada para la Feria de noche y otras dos en Río Real.
Otra de las sorpresas que contiene el PGOU modificado es la legalización de la promoción Jardines de la Costa. A pesar de que en la aprobación inicial no había sitio para los 61 apartamentos que ocupaban una zona verde del sur de San Pedro Alcántara, ahora el Consistorio y el equipo redactor han acordado que los inmuebles sigan en pie a cambio de que la promotora compense a la ciudad con terrenos en los alrededores para consolidar la ampliación del paseo marítimo, pendiente desde hace años.
Por otra parte, el PGOU, que será aprobado provisionalmente en fechas próximas, mantiene dos puntos negros imposibles de legalizar. Se trata del complejo de apartamentos Banana Beach y de un conjunto de cuatro viviendas plurifamiliares de Río Real Playa. Al ocupar parcelas que se mantendrán para equipamientos públicos en el futuro planeamiento, los redactores vuelven a dejar en el aire el porvenir de sendas construcciones. No hay que olvidar que sobre Banana Beach pesa una sentencia firme del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que anula la licencia concedida por el Ayuntamiento durante la era GIL, y plantea la recuperación del solar.
Otra de las modificaciones que se han producido en el documento urbanístico es que el suelo donde se ubica el antiguo edificio de RNE, también conocido como Casona Sindical, pasa de estar calificado como equipamiento cultural a hotelero. A cambio, el propietario del inmueble, que en estos momentos es Tomás Olivo, deberá ceder al Consistorio 2.000 metros cuadrados de la construcción que se levante en un futuro en pleno corazón de la avenida Ricardo Soriano.
La promoción de apartahoteles Los Naranjos, en Nueva Andalucía, también ha logrado regularizarse en el nuevo documento que ya está en manos de la alcaldesa, Ángeles Muñoz (PP).
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