sábado, 18 de octubre de 2008

Los ingresos por plusvalías y licencias de obras caen a la mitad por el parón inmobiliario. Marbella (SUR)

El Patronato Provincial prevé recaudar este año 6,8 millones en total frente a los 14,1 millones de 2007 La crisis del sector del ladrillo también viene agravada en la ciudad por la inseguridad jurídica a falta de un nuevo planeamiento urbanístico El gobierno municipal ha recortado en un 19 por ciento la partida de 2009 por impuestos indirectos

El bache por el que atraviesa el sector del ladrillo unido a la inseguridad jurídica por la falta de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Marbella, en tramitación, está pasando factura a las arcas municipales. La crisis inmobiliaria -la producción de viviendas cayó el año pasado un 34 por ciento respecto a 2006- ha repercutido de forma negativa en los ingresos por el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras ( ICÍO) y, especialmente, en las plusvalías, el tributo que se paga cuando se vende una vivienda de segunda mano. Ambos conceptos han caído este año a la mitad.

Y es que, según datos facilitados por el Patronato Provincial de Recaudación, organismo al que el Ayuntamiento de Marbella le tiene delegado el cobro de los distintos impuestos y tasas municipales, la recaudación por el ICÍO y las plusvalías urbanísticas ha pasado de 14,1 millones de euros en 2007 a los 6,8 millones previstos para este año. El recorte más drástico se ha producido en el tributo de transmisión por la compra-venta de casas, cuya recaudación para 2008 sólo supone un tercio del volumen registrado el ejercicio pasado; esto es, 3,5 millones de euros frente a los 10,5 millones de 2007.

Situación generalizada

Pero, según apuntan fuentes del Patronato, este descenso en los ingresos urbanísticos es generalizado y afecta al resto de la provincia, que también sufre las consecuencias de un retroceso del mercado inmobiliario con una disminución en la construcción de viviendas y una bajada en las ventas de pisos, que tardan más tiempo en colocarse. Sin embargo, en el municipio marbellí, la ausencia de un nuevo planeamiento urbanístico -una herencia más de la 'era GIL'- lleva limitando desde hace años los ingresos derivados del sector del ladrillo en las arcas municipales.

Si en los últimos años, el Ayuntamiento, con el GIL en la Alcaldía, se nutría principalmente de estos ingresos, ahora la situación ha cambiado. Desde el gobierno municipal, han sustituido esta fórmula de financiación y se han decantado por las aportaciones directas, que supondrán en 2009 un 71,4 por ciento del presupuesto global.

A la baja

Así, los responsables municipales han valorado a la baja las previsiones de recaudación por ingresos urbanísticos, pese a que se prevé que Marbella cuente en la primavera próxima con un renovado Plan General, que ponga punto y final a 15 años de inseguridad jurídica y urbanística. «Hemos sido muy estrictos. Si hubiésemos sido atrevidos, la partida no sería realista», sentencia el coordinador de Hacienda y Personal, Carlos Rubio.

De hecho, en las cuentas municipales para el próximo ejercicio, que el pleno del Ayuntamiento aprobó ayer de forma inicial merced a la mayoría absoluta del PP, se ha reducido en un 19 por ciento la recaudación por impuestos indirectos, esto es, el ICÍO (4,4 millones de euros frente a los 5,5 millones de 2007), y por segundo año consecutivo, se mantiene un euro en ingresos por convenios urbanísticos.

Crisis económica

Una partida simbólica que ha quedado abierta, según indica Rubio, al estimar que la crisis económica actual puede frenar la reactivación que conllevaría la aprobación del renovado planeamiento urbanístico, en el que administraciones, empresarios y colectivos tienen clavada la mirada. Lo que sí se ha incrementado es el aprovechamiento medio por el suelo, ya que el año pasado, según detalla Rubio, no se incluyó nada en el patrimonio municipal.

«La característica de Marbella respecto al resto de la provincia es que fue donde la crisis empezó antes, a falta de un nuevo PGOU, y los ingresos urbanísticos ya se vieron mermados», añade Rubio. Así, según datos del Patronato, si en 2004, se recaudaron 8 millones de euros por el impuesto de construcciones, en 2008 este montante se reduce a 3,3 millones; mientras que las plusvalías la han bajado casi un 50 por ciento en el último lustro.

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