miércoles, 22 de octubre de 2008

Vecinos de Álora denuncian irregularidades en las obras del complejo de La Cancula. Álora (SUR)


Los afectados aseguran que el edificio invade la vía pública y que se han lanzado restos de la construcción sobre sus viviendas
Las obras del gigantesco complejo residencial y de ocio de La Cancula, en Álora, traen de cabeza a un grupo de vecinos de las calles Caleta y Clavel. Destrozos en la vía pública, incumplimiento de la normativa urbanística y hasta la caída de restos de la construcción sobre sus casas son algunos de los hechos que denuncian estos afectados, algunos de los cuales han puesto incluso el asunto en manos de abogados.Es el caso de María García, a quien el nuevo inmueble le queda casi enfrente de su terraza. «Se han adosado a nuestro edificio sin permiso ninguno. Ahora no tenemos privacidad en nuestra propia casa», comenta esta vecina. Parta del interior de su vivienda puede vislumbrarse perfectamente desde algunas ventanas de La Cancula y desde el mirador público que se está construyendo.Desde allí también pueden contemplarse los patios de las casas situadas en la calle Caleta, aunque esto no es lo que más preocupa a estos vecinos. «Aquí nos han caído ladrillos, losetas y hasta barras de hierro; y todo lo tiran desde la obra», explica Antonia, otra afectada. El patio de su casa está lleno de restos de la construcción, que hasta han llegado a dañar a sus perros.Antonia, que recalca que han denunciado los hechos varias veces a la Policía Local, se confiesa asustada por la situación y por el peligro que corren sus dos hijos. Uno de ellos, de 12 años de edad, publicó recientemente un escrito en el periódico local de Álora denunciando todos los hechos e instando a que se pusiera una solución de una vez por todas. Los demás residentes de la zona se quejan sobre todo del estado de la calle, llena de baches y socavones. Algunos incluso han tenido que renunciar a meter sus vehículos en las cocheras.
Inspecciones técnicas
Consultado por este periódico, el alcalde, José Sánchez Moreno, aseguró que el Ayuntamiento había enviado varias inspecciones a la obra y se les había requerido una serie de arreglos que, según dijo, se estaban cumpliendo. El regidor, que afirmó que el comportamiento de algunos obreros «no era el más adecuado», advirtió de que la empresa tendrá que dejar en perfectas condiciones las calles para obtener el permiso de primera ocupación.

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