El mercado de Atarazanas luce ya su nueva cubierta de teja (La Opinión)

Atarazanas. Instalación de las tejas de la cubierta.  Arciniega

Los trabajos de recuperación del edificio completan la instalación del tejado, que recupera la imagen original

MIGUEL FERRARY. MÁLAGA Las tejas vuelven al mercado de Atarazanas, recuperando una imagen que se había perdido en los años 70 con la reforma que se acometió en este edificio. Las obras de rehabilitación de este edificio han empezado a coger cierta velocidad para intentar recuperar el atraso que padecía desde hace algunos meses. El primer indicio de estos avances visible para el ciudadano está en la cubierta, donde se está completando la colocación de las tejas que rematan el edificio y que recupera una imagen que permanecía inédita en los últimos 30 años.

La incorporación de la teja como elemento principal del mercado es una de las señas de identidad del proyecto de rehabilitación del estudio ‘Aranguren Gallegos’ y que está ejecutando la empresa Sacyr con un presupuesto de 6,93 millones de euros financiados por el Ministerio de Fomento y con la colaboración del Ayuntamiento de Málaga.

Las piezas elegidas están tratadas para mejorar la impermeabilización del interior y están realizadas en dos colores, lo que permite elaborar un dibujo decorativo geométrico en la cubierta, jugando con el concepto de quinta cubierta.

El mercado, desde la reforma de los años 70, sustituyó las tradicionales tejas por una cubierta de uralita y láminas metálicas de vidrio, que se habían quedado oscuras con el paso del tiempo. Esta oscuridad está siendo reemplazada por los colores crema y verde de las nuevas tejas, que además permite dispone de una estructura acorde con el proyecto del arquitecto Joaquín de Roucoba, de 1876.

Los trabajos se centraron, en una primera fase, en eliminar los elementos que se habían ido incorporando al esqueleto original, como una estructura de hormigón para habilitar un entresuelo que quedó pronto en desuso. También se eliminó el pavimento colocado en los años 70 y las instalaciones eléctricas y de saneamiento, que han sido modernizadas. 

La segunda fase se centró en las catas arqueológicas, encontrando gran cantidad de restos de entre los siglos XIV y XIX, pero muy mezclados. Desde septiembre del año pasado se ha trabajado en la nueva estructura de la cubierta y en las instalaciones.