Javier Noriega: «El Museo Marítimo puede cambiar la cara de Málaga» (LAOPINION)

El coordinador de esta iniciativa ciudadana presenta las líneas generales del proyecto, consensuado por 32 colectivos, que quieren que sea una realidad

ALFONSO VÁZQUEZ. MÁLAGA El malagueño Javier Noriega, historiador y arqueólogo de la empresa Nerea Arqueología Subacuática, coordina los colectivos que quieren hacer realidad el futuro Museo Marítimo.

–¿Cómo nace el proyecto?

–Ha sido un impulso vocacional de decir: vamos a poner en la ciudad un museo característico de Málaga. Posiblemente uno de los museos con más razón de ser sea un museo marítimo, así que hace cuatro años decidimos unir a profesionales de la mar y propusimos al Ayuntamiento hacer el museo. 

–¿Ha tenido eco la propuesta?

–Hay 32 colectivos y personas apoyando la idea. En Málaga están prácticamente todas las instituciones relacionadas con la mar, desde el Instituto Oceanográfico, el Aula del Mar, la Universidad, Puertos del Estado, Capitanía Marítima, Astilleros Nereo, Comandancia Marítima, el Club Mediterráneo... En las reuniones hemos querido actuar como coordinadores y preguntarles su opinión.

–Se olvida muchas veces la ‘vecindad’ del Mar de Alborán cuando hablamos de Málaga. 

–A abordar el proyecto hemos contado con la ayuda de especialistas en historia marítima y hasta yo mismo me he sorprendido de la importancia que tiene la relación de Málaga con el mar. 

–El Puerto contará con un Museo del Mar, ¿no es repetir la oferta?

–Hemos contado también con el Puerto. Todavía no sabemos el contenido de ese museo del mar, aunque pensamos que será de maquinaria industrial portuaria. Le hemos ofrecido asesoramiento y hemos concluido que sea cual sea su contenido, puede hacerse un recorrido y si ese es el museo industrial del Puerto, Astilleros Nereo tiene otro museo de carpintería de ribera y como ocurre en otras ciudades de Europa que tienen museo marítimo, incluir varios puntos de la ciudad para ofrecer un recorrido de la Málaga marítima que se complementarían. También tenemos pendiente hacer un homenaje en el lugar donde se hundió la Gneisenau. Por tanto la idea es crear una ruta de puntos marítimos para sumar y no restar.

–¿Qué modelos han tomado para este futuro proyecto? 

–Hace dos años organizamos unas jornadas de museos marítimos europeos y vimos que están teniendo mucho resultado turístico en sus ciudades. Nosotros pensamos que Málaga es el motor económico importante en Andalucía y una ciudad turística de primer orden, por eso, nuestro modelo de museo es como los que hemos visto en Ámsterdam, en Génova y Marsella. De hecho, a Génova la capitalidad cultural de Europa se la dieron por el Museo Galata del Mar. Hemos recogido esas ciudades que no son capitales pero que son importantísimos núcleos económicos y hemos hecho un modelo parecido. Entendemos que tiene que ser un museo de un nivel regional porque en Andalucía no hay algo así. 

–Uno de las contribuciones del museo es la colección de instrumentos náuticos de Miguel López. ¿Qué papel tendría? 

–Nuestra principal preocupación es revalorizar el patrimonio marítimo de Málaga y la colección de Miguel López es muy importante y merece estar en esta ciudad. Por eso, los seis primeros meses de reuniones hemos ido viendo los contenidos de las salas y en una de ellas, al explicar lo que han sido el siglo XIX y el siglo XX, esta colección tendría un lugar importante. 

–¿Qué extensión debería tener y cuáles serían sus líneas maestras? 

–Pensamos que tendría que contar con entre 2.500 y 4.000 metros cuadrados El grupo de expertos ha estimado además que tendría ocho salas y ahí recogemos toda la historia marítima de Málaga, teniendo en cuenta que se va a repetir un discurso para que la gente vea la evolución que ha tenido la ciudad de cara al mar gracias a maquetas, como ocurre en el museo de Marsella. Para nosotros es muy importante mostrar las naves fenicias, las Atarazanas de Málaga y la Puerta del Mar en época árabe, Málaga como puerto logístico del Reino de Granada, el desarrollo del Puerto en época moderna, la Escuela Náutica de San Telmo, el comercio con las Américas, la importante fundición de artillería naval en época moderna, el siglo XIX... 

–¿Tienen un sitio idóneo para el Museo Marítimo? 

–Entendemos que tiene que ser un museo de altura, no conformarnos con uno pequeño. Lógicamente el museo tiene que mirar al mar, como ocurre en casi todas las ciudades con esta instalación. El grupo de expertos ha propuesto la zona de Astilleros Nereo y el entorno portuario, donde irá el auditorio. De hecho ahí se crearía una ‘sinergia’ y miles de personas conocerían uno y otro sitio. También se ha hablado de la zona del Hospital Noble. Nuestra misión es recoger la opinión de todo el mundo y ya son las administraciones públicas las que deciden. Estamos hablando de una iniciativa totalmente ciudadana con el respaldo de todas las instituciones.

–¿Podrá estar antes del 2016? 

–Ojalá. No depende de nosotros. Creemos en el trabajo escalonado, por eso en otoño el Ayuntamiento va a organizar unas jornadas sobre el museo marítimo y una exposición para que los malagueños vean la maravilla que tenemos detrás. La idea es luchar y sumar, porque el Museo Marítimo puede cambiar la cara de Málaga.