lunes, 7 de septiembre de 2009

Un puerto, dos ritmos. Málaga (SUR)

Las obras para abrir los muelles al uso ciudadano siguen caminos distintos. El palmeral junto al paseo de los Curas avanza según lo previsto pero los bares y tiendas en la Farola están parados por unos restos arqueológicos
JESÚS HINOJOSA
| MÁLAGA
Un puerto, dos ritmos
La excavación del principal aparcamiento está paralizada./ ALEX LOBERA

La excavación del principal aparcamiento está paralizada./ ALEX LOBERA
La transformación de los muelles 1 y 2 del puerto de Málaga para abrirlos al uso ciudadano está en marcha desde hace casi dos años pero discurre con diferentes ritmos en cada uno de los dos espacios. Mientras en el 2 (el del paseo de los Curas) es ya una realidad la plantación del palmeral con el que se pretende dar continuidad a la masa verde que hay situada en el paseo del Parque hacia el mar, en el 1 (el del paseo de la Farola) avanzan a duras penas las labores para crear una zona de bares, restaurantes y comercios que generará un pequeño Puerto Banús junto a la Malagueta. En estos días se aprecia con más claridad este abismo: las palmeras florecen en el muelle del Parque y los matojos lo hacen en el lugar en el que debería haber empezado la construcción de un aparcamiento subterráneo con una capacidad prevista para acoger a casi 900 vehículos.
La Junta de Andalucía, promotora del palmeral, confía en culminar la colocación de estos árboles y otras especies vegetales en los próximos meses para que la remodelación de todo el muelle quede lista a mediados del año próximo. Al margen de las palmeras, ya puede apreciarse la estructura de los edificios que albergarán recintos como el Museo del Puerto, el Aula del Mar y una estación marítima, así como los pilares de la original pérgola ondulada que separará los jardines del mar.
Restos arqueológicos
La actividad constructora del muelle 2 contrasta con la situación del 1, donde los trabajos han quedado paralizados tras la aparición de unos restos arqueológicos de lo que pudo ser un antiguo puerto. Dichos vestigios están siendo analizados por la Consejería de Cultura, según comentaron fuentes cercanas a la sociedad Unión de Iniciativas Marina de la Farola, promotora de la actuación en esta parte del puerto.
Según estas fuentes, la empresa confía en tener un dictamen sobre la conservación de estos restos para finales de este mes para poder así continuar la obra -que se inició por la zona próxima a La Farola- a partir de octubre, siempre que no surjan más imprevistos.
No obstante, ante la aparición de estos restos, no se ha reactivado la construcción de los trabajos en el resto del muelle, donde en julio deberían haber comenzado las labores de extracción de tierra para el 'parking' de tres sótanos que está previsto en la esquina con el paseo de los Curas, como informó este periódico le pasado mes de junio. Fuentes de la promotora precisaron que las obras están por el momento paradas «porque se quiere acordar con Cultura todo el tema de arqueología». En principio, parece que hay dos partes del antiguo puerto descubierto que deberán ser integradas en el proyecto comercial.
Aparcamiento
Por estas circunstancias, lo más probable es que termine posponiéndose la fecha para la inauguración de los locales en el muelle, que se había fijado inicialmente para abril del año próximo. Seis meses resulta un periodo demasiado ajustado para la realización de las obras del aparcamiento subterráneo.
Además, a las demoras por problemas técnicos se unen las derivadas de la gestión del proyecto comercial y su financiación, para la que se han buscado bancos a nivel regional y nacional pese a que Unicaja es una de las accionistas de la empresa.

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