El Ayuntamiento culmina un diagnóstico de los principales núcleos de Marbella, que de media aprueban en limpieza y zonas verdes
14.12.2009 -
Vista de la calle Andrés Segovia, en Torres Murciano, una de las que flaquea en aparcamientos en superficie. En la imagen, coches en doble fila y aparcados en mitad de dos carriles, en la parte derecha de la imagen. :: JOSELE-LANZA
Los barrios de Marbella ya tienen su radiografía. El Ayuntamiento acaba de culminar la particular ITV por la que ha hecho pasar a una veintena de áreas de población del casco urbano, el mismo test al que se está sometiendo San Pedro Alcántara y por el que pasarán Nueva Andalucía y Las Chapas. Durante más de seis meses un equipo de cinco informadores medioambientales ha recorrido todas las zonas revisando metódicamente 20 parámetros -divididos en servicios públicos y entorno medioambiental- que dejan entrever si los vecinos tienen calidad de vida. Desde la limpieza al acerado pasando por las redes de saneamiento o la iluminación. Lo más cotidiano y lo fundamental. Las asociaciones de vecinos también han dado su opinión. «Es un instrumento muy útil para detectar las necesidades de la ciudad e ir mejorando las condiciones de vida», explica Baldomero León, delegado de Barrios y Participación Ciudadana e impulsor de este metódico informe.
Los resultados del chequeo dejan entrever que no hay ninguna enfermedad crónica sino dolencias dispersas que con un buen tratamiento pueden tener arreglo. Otras, como la contaminación acústica, tienen peor pronóstico. Del muestreo de una calle de cada una de las áreas la primera conclusión es que la mayoría de los barrios andan cortos de aparcamientos, ya sea en superficie, subterráneos o de minusválidos, y sobrados de ruidos, una de las grandes preocupaciones de toda gran ciudad. De hecho, el Ayuntamiento ya trabaja en diseñar un mapa que ponga el foco en los lugares más saturados para adoptar medidas.
De momento, con el diagnóstico elaborado por la Delegación de Barrios ya hay un anticipo. Los que conviven con más estruendo son la calle José Manuel Vallés de Las Albarizas, la calle Duque de Lerma de La Patera, la calle Andrés Segovia de Torres Murciano y la avenida Camilo José Cela, en Molino de Viento. En estas vías seleccionadas la valoración fue mala a secas.
Bajadilla o El Barrio
En el otro extremo, al parecer sin grandes ruidos, viven en La Bajadilla (calle Guadalete), El Barrio (calle Lucero), Xarblanca (calle Padre Paco Ostos) y, aunque pueda parecer sorprendente, en la céntrica calle Antonio Belón. En doce zonas más se tilda de regular la contaminación acústica. Esto es, sin ser un panorama ensordecedor queda claro que también les sobran los ruidos. Por contra, de lo que no andan muy holgados algunos barrios es de aparcamientos, aunque se dé la paradoja de que el Consistorio haya dado marcha atrás a dos parkings en zonas saturadas por falta de demanda o por oposición vecinal.
Sólo seis de las 20 zonas analizadas cuenta con estacionamientos subterráneos. En el resto no es que sean ni malos ni bueno, es que simplemente no existen. En superficie, el panorama es algo mejor, aunque se constata que poder dejar el coche con facilidad es una de las asignaturas pendientes del casco urbano de Marbella, especialmente porque muchos de los edificios no cuentan con garajes propios y los conductores tienen que lanzarse a la caza y captura de una plaza en la calle. Suspenden la calle José Manuel Vallés, en Las Albarizas, la calle Guadalquivir en Huerto de Café, y la calle Guadalete de La Bajadilla. La calle Andrés Segovia, en Torres Murciano, donde se abortó la construcción de un aparcamiento municipal para residentes, se tilda de regular.
En el diagnóstico salen bien paradas salen la limpieza y la dotación de zonas verdes. En el primer caso se advierte de la necesidad de mejorar en algunas calles del muestreo pero sólo en dos se habla de un servicio malo. En el caso de las zonas verdes, hay pocas valoraciones negativas. De todas tomará nota en el Ayuntamiento. «Es un documento vivo sometido a inspecciones periódicas para verificar la situación», abundó León, satisfecho con el estudio, que se enmarca en el reglamento de Participación Ciudadana.
Los resultados están ya en manos de cada una de las delegaciones implicadas, con lo que sabrán hacia dónde dirigir sus esfuerzos. Además será un bastón importante para las obras recogidas en el plan de barrios municipal. De paso, es la primera vez que se cifra el parque de viviendas en la ciudad, la antigüedad y cuántas son protegidas. Un auténtico trabajo de chinos.
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