domingo, 10 de enero de 2010

José Damián Ruiz-Sinoga, profesor titular de Geografía Física de la UMA: «El Guadalmedina cumple su papel de río y embovedarlo no es la solución»

Asegura que aunque el cauce sólo vaya lleno un día cada dos años es necesario que mantenga su función por seguridad para la ciudad
10.01.2010 -
PILAR R. QUIRÓS
MÁLAGA.
José Damián Ruiz-Sinoga. :: SUR
Sus investigaciones sobre el comportamiento de los suelos frente a las lluvias en el clima mediterráneo, y concretamente en Málaga, le han valido ser una referencia obligada si se habla de erosión y desertización en Andalucía. El profesor titular de Geografía Física de la UMA José Damián Ruiz-Sinoga reflexionó el pasado viernes en una conferencia en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés sobre 'Inundaciones del 89. Escenarios de cambio' para pasar a explicar la situación actual de la capital frente a las lluvias torrenciales.
-60 litros por metro cuadrado en una hora el pasado jueves en Alhaurín de la Torre y 50 en Málaga. ¿Qué balance hace de estas lluvias torrenciales?
-El balance es que son precipitaciones extremas, agresivas y muy intensas y que no existe un sistema con capacidad para gestionar tanta agua. Veinte litros por metro cuadrado en una hora ya se considera una lluvia torrencial. Eso en un buen suelo puede aguantar, pero en el caso de Málaga con suelos con muchos problemas de erosión y muchas zonas impermeables (asfaltadas) de la ciudad es mucho peor. Lo que ha sucedido era lo esperado en función de lo que cayó. El sistema fue incapaz de gestionar toda esa agua.
-El Guadalmedina bajaba cargadito. Con lluvias así, ¿cree que es prudente embovedarlo?
Hay muchos registros de lluvias así en Málaga, yo tengo al menos 15 ocasiones más como ésta. Cuando hablamos del Guadalmedina hablamos de cicatriz, del río que divide Málaga. Se habla durante los 599 días en los que no llueve con tanta fuerza, pero de cada 600, un día lleva un caudal considerable, un caudal de avenida donde se juntan los arroyos río abajo, como el de Miraflores de los Ángeles por debajo de la presa, que no están regulados. Y a esto se le junta la necesidad de desembalsar de la presa del Limonero por seguridad. Y el volumen de caudal del Guadalmedina nos debería hacer reflexionar sobre embovedarlo, ya que no parece la mejor solución. Dado que cumple su papel de río aunque sea una vez cada dos años hay que buscar una solución que permita que esto sea así como por ejemplo un parque fluvial. Además cuando llueve de esta forma me ratifico en que embovedarlo no es la solución. Sólo había que asomarse el jueves a los puentes, la respuesta te la da el propio río.
Actuaciones necesarias
-Se han cumplido veinte años de las inundaciones del 89. ¿Con lluvias como las de ese año podría inundarse Málaga de nuevo?
Sin la menor duda. En el 89 en 15 o 20 días llegaron a caer 500 litros por metro cuadrado. Pero los eventos entonces fueron más agresivos, y ahora han caído 411 litros de forma más lenta, a excepción de episodios puntuales como el de el pasado jueves 8 y el del 26 de diciembre. Los arroyos de la zona Este están igual que en el 89, no así el sistema del Guadalhorce con la presa de Casasola y la 'y' invertida en la desembocadura, que garantizan que el río no vuelva a llevar 1.900 metros cúbicos por segundo, aunque hay una nueva componente en la zona del Guadalhorce con muchos centros comerciales, polígonos y construcciones en la llanura inundable del río. Todas estas infraestructuras, además de provocar que haya menos suelo para que se infiltre el agua, bloquean la salida natural del agua hacia el mar, que además se retiene ahí porque la velocidad de salida al ser una llanura es muy lenta. Así que se seguirán creando grandes balsas cada vez que llueva de esta forma. Málaga es una ciudad mediterránea, y eso nos obliga a convivir con sequías e inundaciones, y no llevar a cabo actuaciones que puedan suponer una catástrofe.
-Ha mencionado que los arroyos de la zona Este están igual que en el 89. ¿Quiere decir que son igual de peligrosos?
Desde el arroyo de la Caleta hasta Totalán tenemos un sistema hidrológico torrencial. Todos están perpendiculares al litoral y todos salvan niveles muy acusados de 800 metros, y todos se comportan como torrentes. Lo que sucedió el pasado jueves se vio a los 20 minutos en el litoral con una gran mancha de chocolate, es decir mucha tierra que se ha arrastrado hacia el mar. Erosión y degradación del suelo.
-¿Cómo se podría solucionar?
Hay que proteger el suelo y para eso hay que reforestar. Así evitamos las grandes avenidas. La reforestación es imprescindible.
-¿Sigue creyendo que se podría construir al norte de las rondas mientras se reforestase un 90% del espacio?
Sí, reforestar todo este espacio es inasumible por las administraciones, por eso esta medida podría ser una buena salida.

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