La delegación provincial de Turismo de la Junta de Andalucía registró a lo largo de 2009 ocho propuestas, que se suman a las siete de 2008. El pasado año se dieron de alta 84 agencias de viajes. Los sindicatos afirman que la mayoría de estas empresas "no llegarán a nacer"
Turismo. Imagen de un establecimiento hotelero de la Costa del Sol. Arciniega
JOSÉ ANTONIO SAU. MÁLAGA El sector turístico de Málaga tiene una gran fortaleza. Eso es seguro. Ha aguantado los envites de la crisis mejor que otros pulmones productivos como la construcción o las nuevas tecnologías, pero como asegura el secretario regional de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de CCOO, Gonzalo Fuentes, "ha habido una caída en todos los indicadores".
A pesar de la galopante falta de liquidez que asola a las empresas, en el último bienio la delegación provincial de Turismo de la Junta de Andalucía en Málaga ha inscrito 15 nuevos proyectos hoteleros (ocho en 2009 y siete en 2008). Lo que para el delegado del ramo, Antonio Souvirón, es un signo de que "las empresas continúan invirtiendo en la industria", para Fuentes puede quedarse en un simple brindis al sol por parte de algunos emprendedores: "Una cosa es presentar un proyecto y otra muy distinta es que éste se concrete en una realidad".
"Siendo éste el año más duro –por 2009–, se han presentado más proyectos hoteleros que en el ejercicio anterior", dice Souvirón. El pasado año, además, se abrieron 22 nuevos alojamientos hoteleros, es decir, 2.800 plazas de las 4.600 que se contabilizaron en Andalucía. Málaga, por tanto, sigue tirando del carro de la industria; y lo hace con fuerza: "El sector sigue invirtiendo, y eso que las rentabilidades que obtienen los empresarios son aún menores", reflexiona el delegado de Turismo.
En toda la provincia hay 752 alojamientos hoteleros, el 40% de los establecimientos existentes en Andalucía. La mayor parte de los mismos tiene cuatro o cinco estrellas. "Se sigue apostando por la calidad", dice Souvirón. El total de plazas hoteleras ronda las 150.000.
Otros indicadores turísticos también reflejan un leve crecimiento de un sector muy maduro: por ejemplo, el pasado año se dieron de alta 84 nuevas agencias de viajes, mientras que desaparecieron 70. "Son empresas que no requieren una gran inversión y se apuesta en muchos de estos casos por el autoempleo o por la creación de unos cuantos puestos de trabajo", indica. También se está generando negocio, según Souvirón, en los bares, restaurantes y cafeterías.
Para Fuentes, la visión no es tan idílica. "Hemos crecido demasiado en la última década: tenemos 150.000 camas y, en los últimos diez ejercicios, se han creado 50.000. Los nuevos proyectos son pequeños, estarán alejados de la capital y se ceñirán, en su mayor parte, al turismo interior".
"¿Por qué se han creado más de 4.000 nuevas plazas hoteleras en 2009 a pesar de la crisis? Fácil. Porque ya estaban en construcción antes", afirma.
"Es evidente que nos encontramos con una sobreoferta. El destino tiene camas para alojar a visitantes los 365 días del año y los indicadores han caído de forma importante, menos que en la construcción, por ejemplo, pero sí han descendido; tenemos menos pernoctaciones, cada vez una más escasa ocupación y han bajado los visitantes", aclara el dirigente sindical.
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