Cuatro irán en La Caleta, tres en La Malagueta y dos en Guadalmar. Todos, excepto uno, se construirán en la playa
04.05.2010 -
La Jefatura Provincial de Costas ha dado luz verde a la adjudicación, construcción y explotación durante quince años de nueve chiringuitos en Málaga capital. Tres de ellos se quedan de momento fuera al estar afectados por el futuro aparcamiento subterráneo que pretende construir el Ayuntamiento en el paseo marítimo Ciudad de Melilla.
Costas remitió ayer la documentación al Ayuntamiento para que pueda iniciar los trámites de adjudicación de los nueve chiringuitos, que irán ubicados en los mismos lugares en los que se encuentran actualmente, es decir, en la misma playa, adosados a los paseos marítimos. En La Caleta se quedarán La Marina, Picasso, El Oasis y Caleta Playa; en La Malagueta, El Cachalote, Tropicana y Farola -éste es el único que se halla fuera de la arena de la playa, junto a la Farola-, y en Guadalmar, Servando e Hijos del Pedrillo. Fuera de regulación se quedan Mami Beach, Malagueta y Jábega al ocupar parte del espacio en el que está previsto el aparcamiento municipal, aunque se construirán después, una vez que este equipamiento esté terminado.
El Ayuntamiento tendrá que elaborar ahora un pliego de condiciones para la adjudicación de las instalaciones con el fin de que en septiembre puedan comenzar las obras de los chiringuitos, que serán de diseño similar a los que ya existen en el paseo marítimo de poniente. La construcción del restaurante corre a cargo del empresario, que tendrá que pagar unos 214.000 euros, aparte de lo que les cuesten el mobiliario, las cámaras frigoríficas y otros maquinarias de hostelería. «Abrir el chiringuito nos va a salir por más de 300.000 euros», señaló uno de estos hosteleros.
Además, los concesionarios de La Caleta y La Malagueta tendrá que pagar un canon de 12.000 euros anuales -Costas entiende que los aseos, al ser públicos, no computan en el cálculo-, mientras que los de Guadalmar pagarán 8.284 euros al año.
El proyecto es que los restaurantes se construyan en un plazo de seis meses con el fin de que estén terminados y entren en funcionamiento para la próxima Semana Santa.
Costas ha tardado casi seis años en resolver la solicitud de concesión de chiringuitos que hizo el Ayuntamiento de Málaga en octubre de 2004. No obstante, ayer, en un comunicado, el Ministerio de Medio Ambiente destacaba el «éxito» en la tramitación del expediente y se lo atribuía a la «estrecha colaboración» entre la Administración estatal y la local.
Sin embargo, durante estos años los chiringuiteros recibieron algunos sobresaltos. Primero porque Costas fijó un canon de 9.899 euros para los establecimientos de Guadalmar y de 16.083 para los de La Caleta y La Malagueta. Los empresarios pusieron el grito en el cielo con estas tasas y la asociación que los aglutina pidió al Ayuntamiento que trasladara a la Dirección General de Costas la preocupación del sector.
El Consistorio presentó, entonces, un escrito de alegaciones solicitando que el canon anual fuera el mismo que actualmente vienen pagando los empresarios de la Misericordia y San Andrés: 5.762 euros. El Ayuntamiento entendía que toda la costa debe considerarse una sola unidad, evitando así discriminaciones económicas. Costas no aceptó esa alegación, aunque admitió una rebaja en el canon, dejándolo finalmente en 8.284 y 12.001.
Los chiringuiteros volvieron a pedir el mismo canon que pagan sus compañeros del paseo marítimo de poniente y esgrimían que lo estaban pasando muy mal para hacer frente al pago en tiempo de crisis. Además, pedían que le condonaran durante los tres primeros años el canon, ya que tenían que hacer frente a una fuerte inversión como es la construcción del restaurante.
Postura de Costas
La Jefatura de Costas dijo que no. Y le advirtió al Ayuntamiento de que en caso de que no aceptara las condiciones ofertadas entendería que desiste de su petición y, por tanto, declararía cerrado el expediente. A la Asociación de Empresarios de Playas no le quedó más remedio que aceptar las condiciones impuestas.
En medio de este debate sobre el canon, Costas dejó abierta la posibilidad de que algunos chiringuitos se construyeran fuera de la playa, lo que acrecentó la incertidumbre de los empresarios. Incluso hasta el último momento quiso sacar fuera de ella a tres establecimientos, pero la mediación del Ayuntamiento lo evitó. Sólo uno de ellos se construirá fuera de la línea de playa y es el que está situado sobre el paseo marítimo peatonal Matías Prats, entre la Farola y el Real Club Mediterráneo.
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