viernes, 11 de junio de 2010

Armijo confía en la «buena voluntad» de la Junta para urbanizar el polígono industrial. Nerja (SUR)

El alcalde de Nerja, José Alberto Armijo (PP), aseguró ayer que confía en la «buena voluntad y en el nivel de implicación de la Junta de Andalucía» para resolver y desbloquear la urbanización del polígono industrial de Castillo Alto, después de que el pleno aprobase, con los votos favorables de PP y PSOE y el rechazo del único edil de IU, una moción en la que se solicita a la Administración andaluza que renuncie a parte de sus derechos en el sector para compensar así las cargas que, por exceso de volumen de sus naves, tienen que pagar alrededor de cincuenta propietarios.
El regidor municipal mantuvo ayer una reunión de trabajo con los empresarios del sector afectados por estas cargas, a la que también asistieron los portavoces de la oposición, Ángel Ramírez (PSOE) y Manuel Valero (IU), así como los redactores del proyecto, el ex alcalde socialista Gabriel Broncano y su socio, arquitecto de profesión.
«El encuentro ha discurrido en unos términos muy razonables, ha sido interesante y en clave constructiva, y hemos llegado a la conclusión de que el plan de reparcelación es totalmente legal, aunque injusto para algunos propietarios, que compraron hace muchos años y no está claro si eran fincas en metros cuadrados brutos o netos y que durante esas décadas hasta que se empezó a regularizar la situación hace ya casi veinte años, el Ayuntamiento miró para otro lado», aseguró Armijo, quien anunció que ya ha pedido una reunión con la Delegación Provincial de Vivienda para interesarse por su posición.
«A la Junta le ha tocado la lotería en este sector, porque de tener una vía pecuaria ha pasado a contar con siete parcelas, con 11.000 metros edificables y un millón de euros en metálico. Sería razonable que renunciara a parte de esto para poder desarrollar los sectores que faltan», continuó el regidor.
Desarrollo por fases
El alcalde aseguró que, en cualquier caso, el polígono se está urbanizando por fases, como la reciente del supermercado Lidl, y que las naves más antiguas serían las últimas. «Este equipo de gobierno del PP no va a girar cuotas de urbanización a estos propietarios históricos si ellos no están dispuestos a pagarlas. Todo lo que se haga será con el consenso de los implicados», concluyó.

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