La concesionaria ultima la demolición del recinto de Miraflores para dar comienzo a los trabajos de construcción de la instalación deportiva
11.06.2010 -
La edificación ha desparecido casi por completo y sólo queda un muro y un armazón metálico de su antigua estructura. :: JOSELE-LANZA
No hay rastro de los puestos de alimentación ni de ningún tipo de actividad comercial. Del antiguo mercado de Miraflores apenas queda un muro. La empresa encargada de levantar la piscina cubierta municipal en dicho enclave ultima en la actualidad los trabajos de demolición del recinto, que durante algunos años albergó la plaza de abastos. La estampa resulta especialmente llamativa para los vecinos de la zona, que en poco más de un mes han visto desaparecer la edificación, en la que sólo sobrevive una pared lateral.
La estructura de la nave permanecía intacta a finales de abril, cuando se colocó la primera piedra de la piscina cubierta municipal. La adjudicataria, Jarquil Andalucía SA, no perdió un sólo segundo tras la inauguración oficial de las obras y está pendiente de culminar las tareas de demolición del antiguo mercado, que dejará paso al nuevo equipamiento deportivo.
Para su construcción, la empresa concesionaria dispone de un presupuesto de 2,7 millones de euros, financiados al 50 por ciento por el Ayuntamiento de Marbella y la Junta de Andalucía. El plazo de ejecución es de catorce meses, por lo que la piscina municipal podría abrir sus puertas coincidiendo con el inicio de la temporada estival del próximo año.
El eje principal del complejo deportivo será una piscina de competición de ocho calles, cuyas dimensiones alcanzarán los 25 metros de largo y 12,5 metros de ancho. La instalación permitirá que los equipos de waterpolo de Marbella disputen allí sus encuentros y no se vean obligados a desplazarse a otros municipios en los enfrentamientos en los que actúan como conjunto local. Es decir, los partidos de casa. El proyecto incluye también la construcción de otra piscina con una superficie más pequeña para el aprendizaje y el uso terapéutico.
Las actuaciones contemplan además la construcción de una zona de gimnasia, cafetería y zonas comunes, así como la instalación de graderíos con capacidad para cerca de un centenar de personas. Al igual que ocurre con la piscina cubierta municipal que se construye en San Pedro Alcántara, la iniciativa responde a una premisa de respeto al medioambiente y dispone la instalación de colectores solares que permitirán abastecer de electricidad al recinto.
Largo proceso
El proyecto para la construcción de la piscina de Miraflores viene de lejos y ha debido recorrer un largo techo hasta ver la luz. Mientras que el conflicto económico se solucionó en su día con prontitud -Ayuntamiento y Junta acordaron cofinanciar la obra a partes iguales-, la iniciativa ha debido esperar hasta bien entrado el año 2010 para ver despejado el camino.
Por un lado, porque la actuación estaba pendiente de la entrada en vigor del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Marbella. Pero también porque tres mayoristas -entre ellos, la entidad 'Frutas Yagüe SL', propiedad de la familia de la ex alcaldesa Marisol Yagüe- siguieron ocupando sus puestos en el antiguo mercado hasta casi el inicio de las obras. Una orden judicial permitió desalojar el recinto.
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