El nuevo enlace desde Guadalmar hasta el aeropuerto ya sobrevuela la carretera MA-21. El proyecto para dotar a las terminales de una segunda entrada todavía tendrá que afrontar el paso sobre la autovía A-7
23.06.2010 -
Las estructuras servirán para forjar los pilares sobre la carretera MA-21, antigua 340. ::ANTONIO SALAS
Apenas han pasado dos semanas desde que los obreros tomaron la antigua N-340 (actual MA-21) y las estructuras de los futuros pilares ya permiten dibujar cómo será la nueva entrada al aeropuerto. Los cortes en horario nocturno, la reordenación de los carriles y del actual acceso por la avenida Comandante García Morato -ahora se entra desde el vial de servicio de los centros comerciales- han permitido afrontar una de las fases más complejas del trazado, el salto de un importante eje de comunicación de la capital con la Costa del Sol.
Las estructuras que se acaban de instalar son necesarias para permitir el montaje de los encofrados que darán forma a los pilares y los tableros de los puentes que permitirán circular sobre la MA-21, para desembocar en una rotonda en el entorno de las terminales. La fase más molesta para los conductores se prolongará hasta el próximo 29 de julio, según las previsiones de Tráfico.
El proyecto, de 1,94 kilómetros, que el Ministerio de Fomento adjudicó a la constructora FCC aún tendrá que superar un nuevo reto antes de ponerse en marcha: el paso sobre la A-7. La conexión con la autovía, para facilitar los movimientos de los vehículos hacia o desde la capital y la Costa, se resuelve mediante un enlace de tipo trompeta sobre la propia A-7, con cuatro ramales. Los dos más complejos discurren unidos en una gran curva, para hacer los sentidos aeropuerto-Málaga y Costa del Sol-aeropuerto. Para ello, se ha proyectado una estructura de 53,50 metros de longitud que también sobrevuela la vía de acceso a la urbanización Guadalmar. En el eje que conecta la capital con el aeródromo se elevará un viaducto de 107,85 metros que salva los viales y la glorieta existentes. Los otros dos movimientos (Málaga-aeropuerto y aeropuerto-Costa del Sol) se hacen con conexiones directas, que ya son casi visibles en las inmediaciones del centro comercial Leroy Merlin.
El objetivo de esta iniciativa, con un coste de unos 40 millones de euros, es dotar al aeródromo malagueño de una segunda entrada directa desde esta importante autovía, que permita descargar a la MA-21, y a la espera de que en el futuro se pueda acometer el acceso Norte, desde la Hiperronda.
Desde Guadalmar
Un vehículo que comience el trayecto en Guadalmar deberá superar un viaducto de casi 195 metros de longitud y seguir la carretera, de dos carriles por sentido, que ya pasa, elevada sobre pilas, por el polígono industrial Villa Rosa. Precisamente, el cambio en el proyecto, que inicialmente discurría en superficie, es el principal motivo de retraso sobre el plazo inicial, de 28 meses. Con todo, está previsto que entre en servicio a finales de este año.
El cruce con la MA-21, el que ahora se está ejecutando, corresponde al punto kilométrico 1,26 del nuevo acceso Sur, y se mantiene en paralelo con el ferrocarril. Apenas 200 metros después llega el final del trayecto, en una rotonda desde la que partirán los viales internos para conectar con ambas terminales.
El nuevo acceso es clave para hacer posible un desarrollo de las instalaciones aeroportuarias con garantías, dada la grave saturación de tráfico que vive la entrada actual -la única disponible- por la avenida Comandante García Morato.
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