lunes, 5 de julio de 2010

MALAGA. La Aduana recupera su aspecto. (SUR)

05.07.10 - 01:45 -
Comienza la instalación de la nueva cubierta, inspirada en el tejado original del edificio.

LA ADUANA, EN CIFRAS

14.089 metros cuadrados útiles tendrá el palacio después de su rehabilitación. Antes, el edificio contaba con 11.862 metros aprovechables.

2 años quedan, aproximadamente, para que finalicen los trabajos de recuperación y acondicionamiento del recinto.

23,6 millones de euros es el presupuesto del proyecto que acomete Sacyr desde la primavera del año pasado.


Los nostálgicos y los pragmáticos suelen discrepar. Unos se mueven por la añoranza y otros, por la rentabilidad. Y sin embargo, un tipo melancólico y otro práctico tendrían diferentes motivos para sentirse satisfechos si ambos se dirigieran estos días hacia el palacio de la Aduana para observar lo que sucede en la azotea.
Porque la profunda transformación del edificio iniciada hace poco más de un año atraviesa uno de sus momentos cruciales con la colocación de la nueva cubierta. Un elemento capaz de agradar tanto a quienes echaban de menos la techumbre del palacio -perdida en un incendio ocurrido en 1922- como a los que desean que el Museo de Málaga regrese a la palestra sin la menor estrechez.
De este modo, la instalación del tejado ofrece una doble trascendencia para la institución cultural malagueña. Primero, supone la recuperación del aspecto original del edificio del siglo XIX y, segundo, hace que el museo gane en la práctica una nueva planta con 2.500 metros cuadrados útiles.
Un doble objetivo
«En el aspecto arquitectónico, la recuperación de la cubierta es el hito más importante del proyecto de rehabilitación», sostiene la directora del Museo de Málaga, María Morente, quien sostiene que la rehabilitación de la Aduana persigue un doble objetivo: recuperar el inmueble para el uso ciudadano y que el espacio cubra las necesidades de un museo del siglo XXI.
Morente recuerda el debate generado durante la redacción del proyecto que debía regir la transformación de la antigua Subdelegación del Gobierno en el futuro museo provincial. «Se abrió un proceso de reflexión sobre la posibilidad de devolver o no al edificio la techumbre y llegamos a la conclusión de que el palacio neoclásico no se entiende sin la cubierta», mantiene la directora.
De este modo, Morente reivindica que en la decisión primó el criterio patrimonial sobre el posible afán de incorporar nuevas superficies. «No se buscaba ganar espacios porque el edificio ya es muy generoso en ese sentido», argumenta. No en vano, el Museo de Málaga se presenta como una de las mayores instituciones culturales no sólo de la provincia, sino de toda la región.
«Después de la rehabilitación, el palacio de la Aduana tendrá 14.089 metros cuadrados de superficie útil y 18.042 metros cuadrados de espacio construido», adelanta el arquitecto Fernando Pardo Calvo, que junto a Bernardo García Tapia y Ángel Pérez Mora firma el proyecto ganador el concurso convocado por el Ministerio de Cultura para acondicionar el recinto.
Pardo explica que la nueva cubierta «responde a la voluntad de recuperar la volumetría original del edificio» mediante una estructura que ofrece un tejado a dos aguas «con incisiones que permiten el paso de la luz natural hacia los espacios interiores». Aberturas que además ofrecerán perspectivas de la ciudad insólitas hasta ese momento.
Podrán disfrutar de ellas, por ejemplo, los usuarios del restaurante que se asomen al ventanal previsto en la fachada que mira hacia la Alcazaba. Junto al espacio hostelero, la última planta aportará al museo un auditorio con capacidad para más de 200 personas, una sala de reuniones de 155 metros cuadrados, una zona para usos administrativos que supera los 400 metros y un recinto para las instalaciones (maquinaria de climatización, elevadores...).
Cierre en septiembre
«Esperamos tener la cubierta cerrada en septiembre y mientras tanto también trabajamos en los espacios interiores, así como en los estudios arqueológicos que se acometen en el subsuelo», aporta Fernando Pardo, quien mantiene los plazos previstos y vislumbra el final de las obras para mayo de 2012.
Entonces, la sede del Museo de Málaga recuperará el esplendor perdido y su aspecto original. Con una sorpresa. Porque la nueva techumbre ofrecerá a quienes la miren de cerca un detalle inesperado. «Hemos querido acompañar el nuevo elemento de una referencia histórica para hacer dialogar la modernidad con el pasado de la ciudad», resume Pardo.
Un puente que tenderán las tejas que compondrán la futura techumbre. Cada una de esas piezas estará realizada en fundición de aluminio y sobre ellas se imprimirá en bajorrelieve la imagen de un grabado de 1836: una obra que ofrece una vista de Málaga desde Gibralfaro en la que se aprecia el palacio de la Aduana, flanqueado por la Alcazaba y la Catedral.
«Supone un elemento que ilustra el pasado histórico del edificio y que se repetirá de forma seriada al estilo de algunas obras contemporáneas, como por ejemplo las creaciones de Andy Warhol», aporta Pardo, al tiempo que aclara que las tejas presentarán un aspecto mate y plateado.
Eso será por fuera. Por dentro, el Museo de Málaga quiere abrirse al público desde la misma puerta de entrada. Un acceso que será libre en la planta baja del recinto, concebida «como un espacio abierto para el uso ciudadano en el que los malagueños y visitantes podrán disfrutar del museo aunque no entren a ver su contenido», tal y como adelanta la directora de la institución cultural malagueña.
Los que crucen la puerta de entrada encontrarán en esa misma planta baja dos salas cuyas dimensiones harán posible la organización de exposiciones temporales de gran formato. Además, el proyecto también incluye en este primer nivel un área comercial destinada a la tienda, la librería y la cafetería del Museo de Málaga, todas ellas de acceso libre.
Arqueología y Bellas Artes
La primera planta del palacio quedará para la sección de Bellas Artes, cuyo catálogo ha ido creciendo en este tiempo hasta superar los 2.000 títulos. Subiendo las escaleras hasta el segundo nivel del edificio, el apartado de Arqueología -con más de 15.000 referencias- compartirá espacio con la sede de la Academia de Bellas Artes de San Telmo.
Todo eso debe convertirse en una realidad dentro de un par de años. Entonces, Málaga habrá recuperado su museo provincial después de más de quince años clausurado.

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