Ambas administraciones están de acuerdo en que ahora es el momento de plantearse el proyecto, al que darán paso las obras del metro por el centro
11.08.2010 -
El tráfico se soterraría a la altura del monumento al marqués de Larios. :: SUR
Los potenciales beneficios que para el centro de la ciudad puede suponer el proyecto de peatonalización de la plaza de la Marina y la calzada central de la Alameda Principal, aprovechando las obras del metro, como ayer informó este periódico, han puesto de acuerdo por el momento a las administraciones implicadas en esta actuación: el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía. Ambas coincidieron ayer en que ahora es el momento de estudiar esta actuación, ya que los tajos del suburbano irrumpirán en el corazón de la ciudad en el plazo de un año.
Cuestionada por la posible materialización de este proyecto tras la obra del metro, la delegada del Gobierno andaluz, María Gámez, señaló: «Todos los espacios que gane el ciudadano para disfrutar de Málaga me parecen positivos». No obstante, Gámez indicó que es el Consistorio quien debe proponer una actuación de estas características. «Puede ser positivo pero primero prefiero escuchar cuál es la postura al respecto del Ayuntamiento», señaló Gámez, al tiempo que apuntó que, en cualquier caso, «estaría dispuesta» a estudiar las propuestas que en este sentido le puedan hacer llegar los responsables municipales. «Siempre estamos dispuestos a estudiar cualquier propuesta», añadió la delegada.
Por su parte, el alcalde, Francisco de la Torre, señaló que es bueno reflexionar en los próximos meses sobre este proyecto, al que dan pie las zanjas que el metro va a abrir en la calzada norte de la Alameda y en el aparcamiento de la plaza de la Marina. «Es el momento de que el Ayuntamiento y la Junta hablen a fondo sobre este tema, y así procuraremos hacerlo tras el paréntesis del verano», declaró De la Torre.
Además, el regidor recordó que la idea de soterrar el tráfico en la plaza de la Marina y aumentar al mismo tiempo los espacios peatonales en la Alameda -que podría quedar convertida en algo similar a la Rambla de Barcelona- «causó muy buena impresión en la ciudad» cuando se planteó dentro del proyecto municipal para crear un intercambiador de transportes bajo la plaza, aprovechando la confluencia del metro, el Cercanías y los autobuses urbanos.
No obstante, De la Torre quiso dejar claro que en estos momentos «cabe quitar esa ambición inicial», en alusión al intercambiador, y apostar por lo que denominó como una «versión corta» de aquella propuesta que, en cualquier caso, supondrá una notable transformación para el eje de la Alameda y el Parque. Con la medida se consigue crear un recorrido totalmente peatonal entre la calle Larios y el puerto, ya que también está previsto soterrar el tráfico ante la fachada portuaria de las columnas.
La iniciativa también recibió ayer el consenso del director de la Oficina del Metro de Málaga, Enrique Salvo, quien reconoció que «ahora es el momento de repensar el eje de la ciudad que discurre entre la Malagueta y la glorieta de Manuel Alcántara». «Es un eje a explotar como paisaje urbano, y la obra del metro hace posible repensar qué queremos hacer con él», señaló Salvo, quien calificó como «muy positivo» plantear un tipo de operación que apueste por ganar en espacios peatonales en la plaza de la Marina y la Alameda Principal.
Recuperar el espíritu del XIX
«Sería recuperar el espíritu de la Málaga del siglo XIX, ya que el eje del Parque y la Alameda fue diseñado entonces como una especie de Versalles para Málaga, por lo que se convirtió en un zona de punto de encuentro ciudadano», añadió el director del metro, quien apuntó que en otras ciudades ya se han recuperado espacios similares con el mismo objetivo y que aquí podría hacerse lo mismo.
Salvo destacó que, a raíz de la obra del metro hacia la Malagueta, el tráfico va a tener que desviarse en gran medida hacia el eje litoral de la avenida de Manuel Agustín Heredia y el paseo de los Curas, por lo que surge la oportunidad de reducir de forma permanente los niveles de circulación en la Alameda, que podría quedar casi en exclusiva para que pasen algunas líneas de autobús y los desplazamientos de los residentes del entorno. «Es cuestión de estudiar todo esto y ver si es posible técnicamente», concluyó. Para ello, ya se prevén reuniones tras el paréntesis del mes de agosto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario