viernes, 31 de diciembre de 2010

El parque que puede ser (SUR)

La Virreina dispone de un gran espacio verde de casi 200.000 metros cuadrados que están infrautilizados ante la desidia del Ayuntamiento
31.12.2010 -
ANTONIO ROCHE alroche@diariosur.es

El parque que puede ser
Las barbacoas que hay en el parque suelen estar llenas de basura. :: CARLOS VIANA
El escritor malagueño Luis Melero, tras un amplio periplo en Madrid, fijó el pasado mes de octubre su residencia en Málaga. Nadie es capaz de asegurar que sea definitivamente porque, como se dice por estos lares, 'es culillo de mal asiento'. Es decir, que no se queda quieto en ningún momento. Su vocación de explorar cosas, ciudades, aficiones le impide estarse quieto en un mismo lugar.
Ahora, su ocioso tiempo de jubilado lo dedica a redescubrir la ciudad que dejó hace un par de décadas, aunque siempre la ha seguido desde la distancia. Le resulta gracioso que todavía se sigan hablando de proyectos que nunca se ejecutaron en este tiempo en el que ha estado ausente. Uno de ellos es el del parque de La Virreina. En julio de 1998, el Ayuntamiento anunció la creación de este nuevo pulmón verde de Málaga con una superficie de casi 200.000 metros cuadrados, que abarca la margen derecha del río Guadalmedina y los cerros que se extienden desde el monte Coronado hasta la presa del Limonero.
Han pasado años y ese espacio verde crece de forma abrupta, sin que se hayan realizado las obras prometidas. «Esta mañana he ido a recorrerlo y no he parado de asombrarme porque nadie tome iniciativas ahí», se lamenta Melero. Otro ciudadano, paseante habitual por el parque de La Virreina, comenta que, de vez en cuando, aparecen camiones municipales que llegan para plantar árboles que han tenido que retirar de alguna calle.
Nuestro comunicante dice que de ocurrir aquí las cosas como en ciudades donde él ha vivido, alguien convocaría al pueblo para que vaya a pasear por allí -lo que es la forma ideal de conquistarlo- y organizar plantaciones populares de árboles. En este sentido sugiere a la gente que lleve las macetas de arbolitos -ficus y demás- que se hayan hecho demasiado grandes y los plante en La Virreina. En dos o tres años se podrían plantar los 200.000 o 300.000 árboles que son necesarios.
Luis Melero, que tiene visión de ciudad, propone, ya que hay muchos caminos y sendas, recorridos para 'mountain-bike', 'quad' o '4X4'), quioscos-restaurantes, glorietas de adivinadores y títeres, un parquecito de carricoches, un picadero, una posta de burros de alquiler a la entrada, alquiler de 'quads', un parque acuático en el triángulo más cercano al Limonero, etcétera. Todo para convertirlo en una zona viva y de disfrute de los malagueños en plena naturaleza.
La antigua casona se rehabilitó para convertirla en incubadora de empresas, pero el resto espera desde hace doce años la actuación municipal. La Virreina podría ser ese gran parque que todos deseamos.

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