Los vecinos reciben la zona 30 con escepticismo y piden retirar un muro que resta visibilidad en la avenida Manuel Torres
15.01.2011 -
Los vecinos Encarna Carnero, Miguel Ángel Ojeda y Pepe Román piden mayor seguridad vial. :: N. R. N.
El peatón empieza a ser protagonista en Carretera de Cádiz. El Torcal será el primer barrio del distrito en contar con la zona 30, un área que tendrá la velocidad limitada a 30 kilómetros por hora con el objetivo de reducir el tránsito de coches, aumentar la seguridad de los viandantes y mejorar la calidad de vida de los vecinos. Ayer comenzaron las obras para habilitar y acondicionar las entradas que conectan el barrio con tres puntos claves: la avenida de Europa, avenida de Velázquez y calle Gaucín. De momento, los vecinos han recibido las obras con escepticismo, aunque esperan que la nueva norma mejore la seguridad vial.
«Todo lo que sea potenciar la seguridad es positivo, el barrio lo necesita. Por aquí pasan a diario miles de coches y aunque tenemos una comisaría suceden barbaridades. Vehículos que van a más de lo permitido, motos que circulan por aceras, estacionamientos indebidos... No vendrá mal un poco de orden», considera María Valverde, vecina de la calle Antonio Chacón.
El carácter peatonal comienza a tomar forma con badenes reductores de velocidad en las calles Cayetano de Cabra, avenida de Manuel Torres y José Palanca. «La prioridad la tiene el peatón las calles pero si los conductores no lo respetan servirá de poco. Espero que la actuación se complete con una campaña informativa y refuerzo policial», sugirió Miguel Ángel Ojeda, portavoz de la Asociación de Vecinos El Torcal.
Los residentes piden que esta medida no sea ficticia y traiga consigo soluciones a problemas enquistados. «Aquí se han hecho hasta carreras de coches y motos. Un barrio con dos colegios, un polideportivo y decenas de comercios no puede dar esa imagen. Si no se aplican sanciones la zona 30 será un fracaso», explicó Román.
Por su parte, los comerciantes ven con buenos ojos la implantación del área que favorecería el paseo de las familias en un barrio circular que cuenta con negocios de todo tipo. «La noticia nos ha pillado por sorpresa, estamos a favor de la peatonalización siempre que no nos quiten aparcamientos. Si las calles son seguras nos visitará más público», dijo Conchi Jiménez, dependienta.
Muro de la vergüenza
Además, desde la asociación de vecinos destacan un problema de tráfico que consideran «prioritario». «Desde hace tres años pedimos que eliminen un punto negro y no nos toman en serio», denuncia Encarna Carnero. El motivo de su preocupación es un muro de 1,40 metros que protege la salida del aparcamiento municipal en la calle Manuel Torres y que obliga a los conductores a adelantarse una distancia considerable en el cruce entre Niño de Gloria y Niño del Museo, para cambiar de dirección. «Pedimos al Ayuntamiento que rectifique y retire 'el muro de la vergüenza', como se le conoce en el barrio. La falta de visibilidad ha provocado numerosos accidentes leves y no van a tomar medidas hasta que pase algo serio», lamentó.
El Ayuntamiento ya rebajó un primer tramo de muro -entrada al aparcamiento subterráneo- que tapaba un paso de cebra, pero al segundo tramo no se ha dado aún una solución. «Es una chapuza absoluta y no entendemos porque no se arregla. Parece que no quieren dar su brazo a torcer y reconocer que se equivocaron», recalcó Miguel Ángel Ojeda.
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