La candidata socialista rechaza la idea del alcalde de embovedar el cauce y apuesta por una alternativa verde que cree espacios para el ocio
15.01.2011 -
El Guadalmedina se ha convertido ya en el pistoletazo de salida para las elecciones municipales del próximo 22 de mayo. Apenas han bastado dos días desde que se diera a conocer el informe técnico que sienta las bases sobre las posibles soluciones urbanísticas para el tramo urbano del cauce para que se definan dos posturas claramente opuestas: la del alcalde y candidato del PP a la Alcaldía, Francisco de la Torre, que apuesta por el embovedado del río para convertirlo en una especie de rambla o bulevar (ver vídeo), y la de la delegada del Gobierno andaluz y candidata local del PSOE, María Gámez, que ayer defendió una solución «verde» que no cubre el cauce, sino que lo integra en la ciudad a modo de zona para el ocio y esparcimiento (ver vídeo de la rueda de prensa).
Ambos han coincidido en enarbolar la bandera del consenso institucional y la participación ciudadana para que sean los malagueños los que decidan sobre su río, pero al mismo tiempo se aferran a dos puntos de partida concretos y opuestos que centran la discusión en el embovedado o no del cauce. Así, el acuerdo en el escenario de una próxima reunión de la Fundación Ciedes, en la que están representadas las principales instituciones y colectivos sociales y económicos de la ciudad, se antoja complicado. Las elecciones han inundado una vez más el eterno proyecto de la ciudad.
El PSOE reconoció ayer que el Guadalmedina va a ser «un pilar central» de la campaña. Tras el escueto comunicado del jueves para pronunciarse como delegada de la Junta en Málaga, María Gámez compareció ante los medios de comunicación para desvelar su posición como candidata sobre el proyecto para el río, una idea que en modo alguno pasa por el embovedado que agrada al alcalde y que avala el informe del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), del Ministerio de Fomento, aunque con condicionantes, como modificar el sistema de explotación de la presa del Limonero o derivar parte de su caudal para evitar riadas.
Solución verde
Para María Gámez esa es una solución «dura, de cierre del río, que genera réditos urbanísticos pero no ciudadanos». «Yo pienso en una solución verde, abierta y que genere espacios para el disfrute ciudadano, para pasear y hacer deporte. Si eliminamos la opción de mantener una lámina de agua estamos eliminando una oportunidad para la ciudad. El agua es un elemento aprovechable para el uso ciudadano del río», relató.
Y es que la propuesta de los socialistas pasa por dar un tratamiento al cauce a modo del realizado por otras ciudades como Monterrey (México), es decir, ampliando los márgenes, rebajando algunas de sus cotas, estableciendo pasarelas peatonales y amplios puentes a modo de plazas, y dándole un tratamiento paisajístico e incluso artístico con la introducción de algunas obras plásticas. Todo ello debe decidirse, según la candidata socialista, tras un concurso de ideas. «Mi camino es el que se dibuje después de ese concurso sobre alternativas verdes y abiertas», insistió María Gámez, quien subrayó que apuesta por «una solución verde frente a la gris» del alcalde.
Sobre los comentarios del regidor del pasado jueves en los que apuntaba que el informe del Cedex también hacía viables las propuestas de los estudios encargados en la época de Celia Villalobos como alcaldesa para embovedar el río, la candidata del PSOE aseveró: «Acudir a una solución del año 2000 es algo falto de imaginación y que no tiene en cuenta lo que se está haciendo en otras ciudades», argumentó. Su coordinador de campaña, el arquitecto Carlos Hernández Pezzi, añadió: «Si la solución está hecha, que la presenten y perderán las elecciones porque la gente no quiere eso».
Cambio climático
Hernández Pezzi dijo que el caso aludido por el alcalde de la rambla de Almería no es extrapolable a Málaga porque se trata de un río que está seco desde hace mucho tiempo. «Soterrar ríos trae consecuencias, porque es acotar la naturaleza», indicó el arquitecto, quien aseguró que un embovedado de esa magnitud intensificaría el tráfico en la ciudad al generar un potente eje norte-sur ya sea en superficie o soterrado, e incrementaría su temperatura media en dos o tres grados centígrados. «Lo actual hoy es evitar el cambio climático y, como hagamos cosas en Málaga que lo favorezcan, estamos dejando algo malo para las generaciones futuras. El programa de María se basa precisamente en defender a la siguiente generación, en calmar los espasmos de ésta», sentenció.
Además, María Gámez señaló que lo primero que hay que hacer es acabar con el problema de suciedad y malos olores que presenta el río en la actualidad, y valorar el impacto medioambiental de las posibles soluciones teniendo como premisa la seguridad. «La solución no debe ser rápida, cómoda ni electoralista. Me alejo de la rapidez en la solución al río», apostilló.
Por su lado, el alcalde y candidato popular ha abogado por alcanzar una solución de consenso para el Guadalmedina en el plazo de un año. Para Francisco de la Torre, el informe del Cedex demuestra que el embovedado es viable. «Es un río que no es el Tajo, el Ebro o el Guadalquivir, sino que es seco», ha manifestado. Además, se ha mostrado partidario de trabajar en una línea parecida a la de Almería, haciéndola por fases que se irían acometiendo de sur a norte. A su juicio, la situación actual «no es defendible», ya que se trata de un cauce «feo que se ensucia y ha hecho mucho daño a la ciudad».
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