La empresa municipal de Servicios, Viviendas, Infraestructuras y Promoción de Vélez (Emvipsa) ha terminado por convertirse en una pesada carga para el Ayuntamiento. Con una plantilla de más de medio millar de trabajadores y una deuda que superior a los siete millones de euros, el nuevo gobierno del PP quiere decidir el futuro de Emvipsa antes de que finalice el año. Sobre la mesa está desde la liquidación de la sociedad hasta su potenciación. Será la auditoría económica, financiera y de legalidad aprobada por el consejo de administración para conocer la viabilidad de la sociedad en los ejercicios 2009, 2010 y hasta junio de 2011 la que determine el camino a seguir. Al menos, así lo ha asegurado el consejero delegado de Emvipsa, Antonio Martín (PP).
Según Martín, el objetivo del Ayuntamiento es contar con la auditoría antes de finales de mes, con el fin de acordar las medidas a adoptar tanto si se opta por la liquidación como por intentar salvarla. Los datos provisionales de los que dispone el equipo de gobierno cifran la deuda de Emvipsa en siete millones de euros (1.341.230,68 euros, con la Agencia Tributaria; 1.209.931,5, con la Seguridad Social; 964.624,94, con el Patronato de Recaudación; 1.023.747,47, con los proveedores; 387.891,23, con terceros, así como 2.334.961,11 en pagarés emitidos).
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