martes, 7 de febrero de 2012

Los constructores piden que las ayudas también sean para los compradores (La Opinión)


La patronal, escéptica ante el anuncio de dar crédito a los bancos para que vendan activos inmobiliarios






MARINA FERNÁNDEZ El sector de la construcción se muestra escéptico ante un posible gran ajuste del precio de la vivienda de manera inmediata como consecuencia de la reforma del sistema financiero, al tiempo que pide al Gobierno una reestructuración de su mercado que promueva fusiones entre promotoras. La Asociación de Promotores y Constructores de España (APCE) va a solicitar al Gobierno la creación de una comisión que analice el sector y proponga un plan estratégico que intente resolver el excedente de casas e instrumentalice medidas para facilitar las fusiones entre inmobiliarias. Hasta que esto ocurra, el sector quiere que el Ejecutivo de Mariano Rajoy obligue a la banca a que revierta en el sector inmobiliario las ayudas directas o indirectas que ha destinado a la reforma del sistema financiero.

«Aplaudimos la medida del ministro De Guindos, pero no le pedimos un punto y aparte, sino uno seguido. Necesitamos que nuestros clientes tengan créditos para comprar», apunta el presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), José Prado. Y es que el malagueño recuerda que para reactivar la construcción no sólo hay que ayudar a la banca, «nosotros también tenemos activos inmobiliarios, pero si no dan créditos, no vendemos. Necesitamos que el stock baje», asegura.

Por su parte, el presidente de la APCE, José Manuel Galindo, aseguró que las provisiones que se exigen al sistema financiero «no tienen porqué traducirse en un ajuste de precio».

En cualquier caso, dijo que, de trasladarse al mercado la exigencia de provisiones de los bancos por sus activos inmobiliarios –que han pasado del 25% al 35%–, la vivienda «como mucho» se abarataría un 10%, hasta situar el metro cuadrado en los 1.530 euros.

La reforma del sistema financiero también establece un aumento de las provisiones del 27% al 65% para las promociones en construcción y del 31% al 80% para los terrenos «problemáticos», lo que, según el sector, podría llevar a muchas entidades a iniciar obras en el suelo urbanizable del que dispongan.

Desde la APCE han pedido a la banca que haga fluir el crédito sin importar la procedencia del inmueble para que las inmobiliarias también saneen su balance, ya que el crédito al promotor «que ahora es normal» puede convertirse en «moroso». «Creemos que (las entidades financieras) facilitarán la salida de nuestros activos», confió Galindo.
«Harían mal en no financiar la compra de nuestra vivienda», apuntó.

Desde Málaga apuntan a que si no hay ayudas directas para que fluya el crédito, el sector seguirá estancado. «El año pasado se vendieron casi 10.000 viviendas», apunta Prado, que lamenta que otras 5.000 se quedaron «por el camino» a causa de la ausencia de créditos.

«Si no hay ayudas para que los bancos concedan hipotecas, la venta de viviendas nuevas volverá a ser la del año pasado: mala», alerta el presidente de la patronal malagueña, que recuerda que aún hay 16.000 inmuebles sin estrenar. Además, advierte de que la bajada de precios, aunque pueda ayudar, no será suficiente para que quienes quisieron comprar y no pudieron, sí lo logren en esta ocasión. «Según el Banco de España, los precios han bajado un 19,6%, aunque la mayoría se venden por un 25% menos, el valor de la hipoteca», añadió Prado.

Por ello, el malagueño pidió a De Guindos que se acuerde de los 600.000 promotores privados. «Nosotros también necesitamos ayuda, pero no nos lo dé a nosotros, ayude a nuestros clientes», apuntó.

Los promotores han señalado que en la reunión con Fomento pedirán el incentivo fiscal para la compra de segunda vivienda, también para los no residentes. En el caso de estos, se trataría de aliviar la carga fiscal en las transmisiones mortis causa.

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