miércoles, 9 de mayo de 2012

Una treintena de familias ocupan una urbanización vacía de Torremolinos (SUR)


El conjunto residencial, formado por 29 viviendas, lleva tres años terminado y sin comercializar por la quiebra de la promotora

Una treintena de familias ocupan una urbanización vacía de Torremolinos
Una pareja se dirige al piso que han ocupado en la segunda planta del edificio. :: ÁLVARO CABRERA
Se instalaron hace casi un mes. Aunque han intentado ser discretos, no han podido evitar el trajín propio de una mudanza con un continuo ir y venir de furgonetas cargadas de muebles y enseres. En este tiempo, se han esmerado en poner a punto los pisos, adecentar el garaje para aparcar sus coches y limpiar la piscina, mientras que para el mantenimiento de las zonas comunes, incluido el cambio de las cerraduras, han fijado una cuota mensual de 20 euros por cada una de las 29 viviendas que conforman la urbanización. Hasta ahí, todo sería normal, si no fuera porque esta treintena de familias que han estrenado casa han ocupado ilegalmente un conjunto residencial de Torremolinos que lleva tres años vacío a raíz de que la promotora, ante la incapacidad de vender los pisos y hacer frente a las deudas, se declarara en concurso voluntario de acreedores. «Somos gente civilizada que estamos sin trabajo y que necesitamos un techo para vivir», se justifica uno de los inquilinos del número 15 de la calle Julián Embid Luna, en la zona norte de La Colina. Mientras tanto, Policía Nacional y Policía Local se limitan a patrullar por la barriada como única respuesta a los continuas llamadas de vecinos, ya que para poder intervenir necesitan que lo ordene un juez previa denuncia del propietario. Lo que sí que han recabado los agentes es un listado con los nombres y DNI de todos los ocupantes.
En total, rondan el medio centenar. Se trata, en su mayoría, de parejas jóvenes con hijos a su cargo que pertenecen a un mismo clan familiar y que, hasta ahora, residían agrupados en viviendas sociales de Arroyo de la Miel. Aunque reconocen la ilegalidad de su actuación, sí que la consideran plenamente justificada. «Mientras estos pisos están abandonados, nosotros malvivimos con nuestros abuelos, padres, hermanos e hijos bajo un mismo techo o, en el peor de los casos, en la calle. Aquí no hacemos daño a nadie y, además, estamos dispuestos a llegar a un acuerdo con el propietario para fijar un alquiler o algo similar», aseguran. De momento, en la puerta de cada vivienda han puesto el nombre de su morador con un aviso: «Ocupada, no tocar». La promoción, que está terminada, carece de licencia de habitabilidad. Además, no tienen luz ni agua, aunque lo suplen a base de velas y garrafas.
Preocupación vecinal
Frente a la tranquilidad con que se toman la ocupación masiva de este inmueble, la preocupación del resto de vecinos de una de las principales zonas de expansión de Torremolinos ante el temor de que se pueda producir un efecto llamada. «Si no se hace nada por remediarlo, se está invitando a más personas a hacer lo mismo, además de los problemas de salubridad que se pueden producir al no tener ni siquiera agua», advierte el propietario de un piso de la misma calle. «Dicen que no tienen dónde vivir, pero el garaje lo tienen lleno de buenos coches que la mayoría no nos podemos permitir porque pagamos los impuestos más altos de Torremolinos», se queja otro. Un malestar que afirman comprender los propios ocupantes: «Entendemos que se quejen porque estemos aquí viviendo, pero no molestamos a nadie ni formamos escándalo. Todos los que estamos aquí venimos de la misma familia y tenemos claro que quien no se comporte debe marcharse».

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