Vecinos de San Andrés y Dos Hermanas se habían quejado del desgaste del suelo al Ayuntamiento, que actuará de urgencia ante nuevos desplomes
«Un estruendo enorme en mitad de la noche, pensaba que era un terremoto». Conchi Fernández, de la barriada de Dos Hermanas se temía lo peor, por eso no dudó en ponerse cualquier cosa y echarse a la calle para ver de dónde procedía ese ruido. El embovedamiento del arroyo Teatinos a su paso por Cortijo de Echarte -junto a las obras del bulevar- había cedido provocando un socavón de casi 30 metros de largo por diez de ancho. El suceso tuvo lugar ayer pasadas las cuatro de la madrugada y más allá del sobresalto en el vecindario, los residentes de la zona se mostraron resignados al afirmar que ya habían advertido al Ayuntamiento del mal estado en el que se encontraba la pasarela peatonal.
«Hemos avisado muchas veces de que el terreno está cediendo aquí y en las calles colindantes a las vías del tren, pero hasta que no pasan estas cosas no ponen remedio. Afortunadamente la zanja se ha abierto de noche cuando no pasaban ni coches ni personas», declaró otra vecina de la calle Canchal.
Tras asegurar que el tramo hundido era muy transitado por las familias de San Andrés y Dos Hermanas para llevar a los niños al colegio, los vecinos reclamaron una actuación urgente que les transmita seguridad en las obras del bulevar. Algunos incluso, culparon a estos trabajos del socavón. «Ya pasó con la rehabilitación de Dos Hermanas, las obras del soterramiento afectaron a las casas, pero ni la Junta ni el Ayuntamiento se responsabilizaron», dijo José Vila.
Ante estas quejas, el concejal de Urbanismo, Diego Maldonado, indicó que el Ayuntamiento ya tramita un expediente de emergencia de contratación de las obras para actuar en la zona «inmediatamente, a ser posible esta misma semana», descartando a su vez posibles daños en un colegio cercano. Hasta entonces el perímetro afectado por el hundimiento seguirá señalizado y acotado. Así se retiraron cinco vehículos aparcados junto a la zona desplomada que tampoco sufrieron daños.
Posibles causas
Tanto Maldonado como el concejal de Carretera de Cádiz, Raúl Jiménez dejaron claro que «no existe ningún riesgo para las viviendas cercanas», aunque los técnicos municipales ya valoran el deterioro de la estructura por el paso de los años con vistas a reparar un tramo más amplio del arroyo Teatinos para mayor seguridad vecinal.
Respecto a la causa del socavón, los ediles señalaron que «aún era prematuro» decir una razón. «Todo apunta que se debe al desgaste del embovedado construido a finales de los 80 de forma deficiente. El paso del tiempo y las vibraciones por las obras en el bulevar del AVE han podido acelerar su deterioro», comentó Jiménez.
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