domingo, 29 de julio de 2007

Fomento rechaza el plan de la Junta para que el Metro cruce la ronda (Málaga Hoy)

Las alegrías parecen durarles poco a los responsables del Metro de Málaga. Después de celebrar hace cuatro días la ocupación completa del eje por el que discurrirá la línea 2 del suburbano en Carretera de Cádiz, entre el Martín Carpena y la calle Juan Pablo II, ahora se topan de lleno con la negativa del Ministerio de Fomento a cortar la ronda oeste para ejecutar uno de los tramos de la línea 1, La Malagueta-Teatinos, cuyo trazado discurre bajo la autovía.El desvío de la carretera a su paso por Málaga capital había sido solicitado por el ente Ferrocarriles Andaluces, dependiente de la Junta de Andalucía, a principios del pasado mes de febrero, con el fin de evitar cualquier riesgo en la construcción del ramal a Teatinos. Sin embargo, la coincidencia en este espacio geográfico de las obras de remodelación de uno de los nudos viarios más congestionados de la capital, Alameda-Barriguillas, ha hecho que la determinación final sea contraria a los intereses del Metro.A este respecto, según ha podido saber este periódico, el documento elaborado por los técnicos de la Demarcación de Carreteras de Andalucía Oriental y que lleva la firma del jefe de este departamento, Juan Francisco Martín Enciso, justifica el rechazo a la propuesta de la concesionaria del suburbano, Metro Málaga, en la incidencia que su actuación tendría en los plazos de construcción del nuevo enlace. De acuerdo con los datos aportados hace apenas unas semanas por el Gobierno, los trabajos de construcción de este nudo viario, que incluye la ejecución de 23 actuaciones para facilitar la conexión del centro urbano con las zonas de expansión de la capital, se encuentran sólo a un 9 por ciento. El presupuesto del proyecto alcanza los 20 millones de euros y no se prevé que la infraestructura esté finalizada hasta 2009. Aunque ha sido ahora cuando formalmente se ha pronunciado el departamento dependiente del Ministerio de Fomento, lo cierto es que desde el primer momento Martín Enciso puso de manifiesto sus dudas respecto a la proposición. En este sentido, llegó a afirmar que los argumentos empleados para demandar el desvío temporal de la autovía no eran “muy válidos”. “Lo que tiene que hacer el Metro es tomar todas las medidas que sean necesarias para evitar cualquier problema”, dijo el jefe de Carreteras a finales del pasado mes de marzo, en lo que fue un anticipo de la decisión definitiva.La oposición a autorizar el corte de la ronda oeste, punto por el que transitan a diario unos 200.000 vehículos y que constituye uno de los más congestionados de la provincia, va a obligar a los responsables del suburbano a variar el rumbo de sus actuaciones y recuperar los planteamientos técnicos originales y que forman parte del proyecto diseñado por las empresas constructoras para el tramo entre la Universidad y el entronque de la Avenida Juan XXIII y la calle La Unión. Así, en lugar de emplear la técnica de muros pantalla, por la que apostaba el Metro para evitar riesgos y que se está utilizando en todos los tramos del ramal de Carretera de Cádiz, se tendrá que usar el método de túnel en mina, según el cual las máquinas encargadas de perforar el subsuelo tendrán que ir asegurando el túnel conforme vayan avanzando.La propuesta diseñada por Metro Málaga implicaba la construcción de una bifurcación de unos 400 metros de longitud para desviar la ronda oeste, permitiendo así que las máquinas pantalladoras pudiesen construir sin problemas la estructura del túnel por el que circulará en unos años el ferrocarril urbano. La principal ventaja de esta opción, según explicaron en su momento fuentes del Metro, es que se evita que las máquinas trabajen directamente bajo la autovía, lo que obligaría a cortar completamente el tráfico rodado en caso de que se produjese cualquier movimiento de tierra. “Con que sólo se moviese el terreno diez centímetros hacia abajo nos veríamos obligados a cortar la ronda al completo”, indicaron las fuentes. Con el agravante de que no existe alternativa viaria capaz de absorber el número de vehículos que transitan por esta carretera. A este beneficio se sumaría la capacidad de ejecutar el paso soterrado a una menor profundidad que si se hace mediante túnel en mina, elevando la rasante del Metro y reduciendo las pendientes del trazado del ferrocarril urbano.

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