domingo, 29 de julio de 2007

Urbanismo,el eje de la discordia entre la Junta y el Ayuntamiento (La Opinión)

El informe de impacto ambiental del PGOU ha vuelto a evidenciar las posturas enfrentadas de la Administración autonómica y el Consistorio sobre el futuro urbanístico de la capital. Algunas actuaciones sólo necesitan pequeñas correcciones, pero cinco proyectos reciben un rechazo frontal
El informe previo de impacto ambiental recién presentado por la Delegación de Medio Ambiente de la Junta sobre el documento para el nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Málaga (PGOU) que impulsa el Ayuntamiento ha puesto de manifiesto la existencia de fuertes discrepancias entre las dos administraciones en torno a actuaciones contempladas en la aprobación inicial del PGOU.Aunque el informe de impacto ambiental tiene carácter previo, sus recomendaciones y advertencias deben ser tenidas en cuenta por el Ayuntamiento, so pena de que el informe final, que sí es vinculante y obliga a los responsables municipales, contenga el veto para alguna actuación propuesta.Por ello, ahora los responsables del PGOU deberán estudiar con detenimiento todo lo que se contempla en el informe de impacto, tal como adelantó el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, y a partir de ahí debatir con los técnicos de la Junta para tratar de acordar un documento de plan general que pueda ser aprobado por la Administración autonómica.Puntos negros. Varias son las actuaciones que suponen un choque frontal entre Ayuntamiento y Junta, y que ésta no va permitir si no se cambian sustancialmente. Son los puntos negros. Mientras, hay otros proyectos que levantan recelos pero que aplicándoles el bisturí de determinadas correcciones tendrán un tratamiento favorable de la Administración autonómica en materia medioambiental.Uno de ellos es Arraijanal, una gran zona virgen entre la desembocadura del Guadalhorce y el límite con Torremolinos. En el PGOU se plantea un puerto deportivo ligado a un uso hotelero y comercial del resto del terreno. Por contra, la Junta estima "inviables" estas actuaciones al estimar que van contra la preservación de los "valores naturales botánicos y faunísticos" del lugar. La marina no es posible y el resto de actuaciones debe de respetar "la vocación de este espacio libre y garantizar la conservación de los valores naturales".Otra actuación es Limonar Alto, es decir, el desarrollo urbanístico por encima de la ronda Este. El PGOU planea la ocupación de un suelo de 1.660.000 metros cuadrados con una baja densidad que no supere las 500 viviendas, con la obligación de reforestar el entorno y de desarrollar dos equipamientos de interés para la ciudad. La Junta niega la urbanización por el impacto negativo de unos terrenos de "alto valor paisajístico" que incidiría en su erosión.Gibralfaro . En la vega norte del río Campanillas, donde el PGOU plantea una amplia zona residencial que permita la construcción de unas 4.000 viviendas de altura media y actuaciones de embovedado del río para evitar amenazas, la Junta rechaza de plano esta planificación por afectar a la hidrología subterránea de los acuíferos, a los suelos de regadío. Ademas, considera que esos suelos pueden verse afectados "por riesgos de inundación". Similar a la anterior es la situación en la sierra de Churriana, donde el PGOU planea 300 viviendas y la Junta lo rechaza por consideraciones similares a la zona de Campanillas. El último punto negro, correspondiente al monte Gibralfaro, parece que está en vías de solucionarse, pues el Ayuntamiento está dispuesto a reconsiderar el uso residencial de tres parcelas y poner en marcha la figura de un plan de protección de todo el monte que eliminaría los usos constructivos y estarían en línea con el informe de la Junta, que estima obligatorio el mantener "los valores naturales de la zona".

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