La sobrevaloración del precio, el aumento del Euríbor y la dificultad para obtener un crédito lastran las ventas, sobre todo, de viviendas usadas · El importe medio de las hipotecas sube 21.000 euros en doce meses
La radiografía del sector inmobiliario en la provincia sigue siendo difusa. Por una parte, se observa que hay una caída importante en las ventas, tanto de pisos nuevos como usados, pero, por otro, el precio se mantiene estable o crece, ya que la hipoteca media de los malagueños ha aumentado en 21.000 euros en sólo un año. Los promotores dicen que el sector está parado, los carteles de Se vende cogen polvo en las terrazas, hay demanda, pero el coste de la vivienda sigue siendo alto y la promoción de vivienda protegida no despega ante la falta de suelo y un precio tasado de los módulos que los constructores consideran insuficiente. Ésta es la principal conclusión que se puede sacar de los datos sobre compraventa de viviendas e hipotecas en España que ayer hizo público el Instituto Nacional de Estadística (INE). En febrero de 2008 se firmaron en Málaga 2.494 compraventas de viviendas, lo que supuso un descenso del 16,1% respecto al mismo mes del año anterior. En estos datos hay varias lecturas. La primera es que la mayoría de estas compras o ventas de pisos eran de renta libre (el 96%), quedando las operaciones de viviendas protegidas casi en la marginalidad. No obstante, en los dos casos se produjeron descensos, del 13% en la renta libre y del 59% en la VPO respecto a febrero de 2007. También fueron significativos el reparto y los descensos de las operaciones en función de si eran viviendas nuevas o de segunda mano. Están prácticamente a la par, pues el pasado mes de febrero 1.243 compraventas fueron de inmuebles nuevos y 1.251 de inmuebles usados, si bien, si se comparan con el año anterior, ambos segmentos no se comportaron de la misma manera. La compraventa de pisos usados cayó un 25,2% en la provincia mientras que en las viviendas nuevas la caída fue del 4,5%, un descenso relevante pero no tan duro como en el caso de los pisos de segunda mano. ¿Cuál es la explicación? Las principales razones apuntadas por los expertos en el caso de la vivienda usada son la sobrevaloración del precio, el aumento del Euríbor, o las restricciones cada vez más amplias de las entidades financieras a la hora de conceder créditos hipotecarios y del grado de tasación de la vivienda a adquirir. Basta con llamar a alguno de los carteles de pisos en venta usados para comprobar que sus propietarios, dependiendo de la zona, piden 240.000 ó 300.000 euros por inmuebles que, en muchos casos, tienen más de 30 años de antigüedad. Además, en muchos casos, esos mismos propietarios, animados por la pujanza del sector en los últimos años, han sobrevalorado el precio de sus casas para, con el dinero adquirido, comprarse otra nueva y hasta un vehículo. A tenor de los datos oficiales, parece que esa locura ya ha concluido y que nadie está dispuesto a pagar gato por liebre. Los bancos, los primeros, y en el último año han reducido en Málaga un 18,4% la concesión de créditos inmobiliarios. En febrero se suscribieron 2.982 hipotecas para viviendas en la provincia frente a las 3.656 de febrero de 2007. Pese a ese descenso, el importe total de esas hipotecas ha descendido apenas un 7%, lo que indica que el precio de los pisos, pese a las ofertas de promotores y propietarios particulares, está, de media, más alto. De hecho, la hipoteca media en Málaga el pasado febrero se elevó hasta los 178.760 euros, 21.673 euros más que un año antes. Se vende menos pero está más caro. Un sector que está en continua contradicción.
La radiografía del sector inmobiliario en la provincia sigue siendo difusa. Por una parte, se observa que hay una caída importante en las ventas, tanto de pisos nuevos como usados, pero, por otro, el precio se mantiene estable o crece, ya que la hipoteca media de los malagueños ha aumentado en 21.000 euros en sólo un año. Los promotores dicen que el sector está parado, los carteles de Se vende cogen polvo en las terrazas, hay demanda, pero el coste de la vivienda sigue siendo alto y la promoción de vivienda protegida no despega ante la falta de suelo y un precio tasado de los módulos que los constructores consideran insuficiente. Ésta es la principal conclusión que se puede sacar de los datos sobre compraventa de viviendas e hipotecas en España que ayer hizo público el Instituto Nacional de Estadística (INE). En febrero de 2008 se firmaron en Málaga 2.494 compraventas de viviendas, lo que supuso un descenso del 16,1% respecto al mismo mes del año anterior. En estos datos hay varias lecturas. La primera es que la mayoría de estas compras o ventas de pisos eran de renta libre (el 96%), quedando las operaciones de viviendas protegidas casi en la marginalidad. No obstante, en los dos casos se produjeron descensos, del 13% en la renta libre y del 59% en la VPO respecto a febrero de 2007. También fueron significativos el reparto y los descensos de las operaciones en función de si eran viviendas nuevas o de segunda mano. Están prácticamente a la par, pues el pasado mes de febrero 1.243 compraventas fueron de inmuebles nuevos y 1.251 de inmuebles usados, si bien, si se comparan con el año anterior, ambos segmentos no se comportaron de la misma manera. La compraventa de pisos usados cayó un 25,2% en la provincia mientras que en las viviendas nuevas la caída fue del 4,5%, un descenso relevante pero no tan duro como en el caso de los pisos de segunda mano. ¿Cuál es la explicación? Las principales razones apuntadas por los expertos en el caso de la vivienda usada son la sobrevaloración del precio, el aumento del Euríbor, o las restricciones cada vez más amplias de las entidades financieras a la hora de conceder créditos hipotecarios y del grado de tasación de la vivienda a adquirir. Basta con llamar a alguno de los carteles de pisos en venta usados para comprobar que sus propietarios, dependiendo de la zona, piden 240.000 ó 300.000 euros por inmuebles que, en muchos casos, tienen más de 30 años de antigüedad. Además, en muchos casos, esos mismos propietarios, animados por la pujanza del sector en los últimos años, han sobrevalorado el precio de sus casas para, con el dinero adquirido, comprarse otra nueva y hasta un vehículo. A tenor de los datos oficiales, parece que esa locura ya ha concluido y que nadie está dispuesto a pagar gato por liebre. Los bancos, los primeros, y en el último año han reducido en Málaga un 18,4% la concesión de créditos inmobiliarios. En febrero se suscribieron 2.982 hipotecas para viviendas en la provincia frente a las 3.656 de febrero de 2007. Pese a ese descenso, el importe total de esas hipotecas ha descendido apenas un 7%, lo que indica que el precio de los pisos, pese a las ofertas de promotores y propietarios particulares, está, de media, más alto. De hecho, la hipoteca media en Málaga el pasado febrero se elevó hasta los 178.760 euros, 21.673 euros más que un año antes. Se vende menos pero está más caro. Un sector que está en continua contradicción.
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