viernes, 9 de mayo de 2008

El vacío del barrio de la Trinidad (Málaga Hoy)

IU y los vecinos denuncian hasta 12 solares municipales abandonados en los que se podrían construir hasta 200 VPO · Critican la suciedad y la inseguridad de la zona
A Pepi Cano su barrio le encanta. Vive en un corralón ubicado en el corazón de La Trinidad. Dice que allí nació y que allí morirá. Pero cuando lo haga, espera que la situación de su entorno sea el mismo que cuando ella nació. "Ahora no hay seguridad ninguna. La suciedad está presente en todos lados y la barriada está totalmente abandonada", explica la mujer. Como ella, otros muchos vecinos pasearon ayer por algunos de los 12 solares municipales en total estado de abandono y en los que "se podrían construir alrededor de 200 viviendas públicas", según IU. El grupo municipal asegura también que hay nueve millones de euros presupuestados para ello desde 2003. "¿Pero que habrá pasado con ese dinero?", se preguntaba ayer el concejal Antonio Serrano, que acompañaba la comitiva. Tres de los solares se encuentran en la que podría ser la calle Larios del barrio, aunque allí el nombre pasa a ser Jaboneros. Dos están hasta arriba de vehículos aparcados y el otro da buena cuenta de lo que allí se mueve: un pequeño chambao formado por tres puertas en un rincón sirven para dar algo de intimidad a los que se desplazan hasta allí a consumir drogas. Dos viejas sillas más sirven para sentarse en un entorno marcado por las jeringuillas, la sangre, las ratas, los cristales o los botines de los robos (hay un espectacular muestrario de bolsos vacíos). "Estamos abiertos a cualquier político que venga a ayudarnos, porque esto no puede seguir así. Desde las elecciones nadie viene y esto está cada vez peor", añadía el presidente de la asociación de vecinos Trinidad Centro, Juan Romero. Un paseo por la barriada descubre suciedad por doquier -sobre todo en el único parque infantil de la zona-, abandono, obras paradas, árboles que han destrozado las aceras y se meten en las viviendas o grandes solares, la inmensa mayoría infectados de suciedad, y coches aparcados que apenas dejan un hueco libre. Y ello a pesar de que los vecinos denuncian la existencia de un parking que nunca terminó de hacerse bajo la Plaza de San Pablo y otro, junto al polideportivo de Malasaña, que lleva "seis años cerrado" a pesar de que el edificio está acabado desde entonces. "Ahí sólo aparcan los empleados de las instalaciones deportivas. Pero tiene más de cien plazas y nunca se ha abierto. No sabemos por qué", concluye, contrariado, Romero.

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