viernes, 9 de mayo de 2008

La promotora del Miramar quiere unir el hotel y la playa con un túnel (Málaga Hoy)

El proyecto para convertir el edificio en establecimiento de lujo propone un paso peatonal bajo el paseo marítimo para llegar a La Malagueta · La actuación respetará las fachadas y recuperará las pinturas
El sueño de muchos malagueños, que desde hace años ansían recuperar el esplendor que en su día tuvo el Palacio de Miramar, cuando acogía el antiguo hotel Príncipe de Asturias, inicia su particular cuenta atrás. El edificio, construido en los años 20 del pasado siglo, abrirá previsiblemente sus puertas a mediados de 2010. Y lo hará de la mano del Grupo Santos, responsable de siete establecimientos hoteleros en todo el país y cuyo proyecto contempla, entre otros atractivos, la posibilidad de conectar el inmueble con la playa.Para ello, la iniciativa elaborada por esta firma, que ha recibido los parabienes de la Junta de Andalucía, que el pasado miércoles le adjudicó la subasta de esta construcción por 21,5 millones de euros, contempla ejecutar un paso peatonal bajo el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso, con el fin de permitir un tránsito seguro para los futuros clientes hacia la playa de La Malagueta. En el anteproyecto elaborado por la empresa, de origen madrileño, al que ha tenido acceso este periódico, se señala como "altamente deseable" desarrollar un enlace directo desde la zona ajardinada de entrada al complejo del Miramar con la playa, siempre que "la normativa municipal y de Costas lo permitiera". Esta opción, insisten desde la compañía, permitiría dar forma a "una oferta de beach club muy atractiva".Ésta es, sin duda, una de las propuestas más innovadoras de las incluidas en la actuación, en la que ha participado de manera directa el estudio de arquitectura de José Seguí. Dadas las características del edificio, marcado por un grado de protección I, el grupo promotor deberá desarrollar una cuidadosa tarea de rehabilitación, al estar obligado "a mantener todas sus características estructurales tipológicas y ornamentales". En este sentido, la iniciativa privada se propone "conservar todos los elementos históricos que permanecen en el edificio y recuperar aquellos que hubieran tenido que ser sustituidos. Es importante tratar de rescatar la estructura de usos originales en aquellos locales más suntuarios tales como salones, vestíbulos, escaleras…", detalla el documento. A ello se suma el interés por recuperar la disposición general de las unidades de alojamiento y en conservar los colores de las fachadas, "parte fundamental" del carácter del inmueble. En esta tarea de respeto por lo ya ejecutado, los responsables de la firma abogan por restaurar las pinturas figurativas que adornan algunos elementos de la fachada y que pueden estar deterioradas por el paso del tiempo.Pero no será el edificio lo único a proteger, puesto que los jardines del complejo también deberán ser salvaguardados. Este conjunto arbóreo cuenta con cinco ejemplares que no pueden ser objeto, en ningún caso, de mutilaciones de su copa no de su sistema radicular. Se trata en concreto de un drago de Canarias, una higuera de bengala, un laurel de Indias, una palmera datilera y un tipuana.El proyecto de rehabilitación de estas instalaciones, diseñadas por el arquitecto Guerrero Strachan y levantadas entre los años 1921 y 1926, va a permitir disponer de un hotel de cinco estrellas gran lujo, el primero en la capital de la Costa del Sol. Este establecimiento, de acuerdo con las previsiones de la firma adjudicataria, albergará un mínimo de 188 habitaciones dobles, con un total de 198 unidades, seis suites y cuatro suites junior. Desde la promotora se aseguró ayer que se trata de un proyecto "apasionante". "Es un reto de los que marcan", agregaron.Uno de los objetivos que se ha marcado el Grupo Santos pasa por rescatar los tres grandes salones con los que cuenta esta edificación y que serán destinados a la celebración de eventos sociales. Más allá de la restauración de lo ya edificado, la promotora contempla construir un cuerpo anexo, bajo tierra, para albergar los aparcamientos del hotel, las zonas de carga y descarga y un espacio destinado a balneario.En concreto, esta instalación, que se situará en el cuadrante suroeste de la parcela (la más adecuada por ser la menos arbolada), con acceso desde la calle Keromnes, tendrá capacidad para cien vehículos y contará con servicios complementarios de lavado. La ejecución se realizará en dos niveles y la superficie aproximada será de unos 3.000 metros cuadrados. Además, se proyecta una piscina de unos 200 metros cuadrados integrada en el cuadrante sureste del jardín, próxima a una zona de cafetería y terrazas donde la planta semisótano se nivela con los jardines. En este espacio se ubicará un spa, que incluye servicios de estética, peluquería y belleza a disposición de los clientes.

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