viernes, 20 de junio de 2008

Rafael Duarte, concejal de Urbanismo: «Si no estoy implicado, espero que se vea como algo normal y no extraño» (SUR)


El concejal de Urbanismo asegura que detectó «excesos» y «anomalías» que eran fruto del gobierno en coalición con los ex concejales del GIL
Dicen de él que es el adalid de la legalidad. Desde que puso un pie en el Ayuntamiento hace un año Rafael Duarte convirtió el rigor en la piedra angular de su gestión, máxime cuando tenía que enderezar la herencia de ex gilistas, salpicada por irregularidades que nunca escondió. Ahora se enfrenta a la peor papeleta: La detención de cinco de sus compañeros y un interminable registro de la sede de Urbanismo, delegación que ostenta.
Llegó después de poner orden en la situación urbanística de Marbella, tras la 'operación Malaya'. ¿Venía aquí con la misma intención?
Llegué por un compromiso personal con el alcalde, Antonio Barrientos, que encontró en mi función en la gestora marbellí un perfil adecuado para asumir la delegación de Urbanismo con rigor y solvencia. Él tenía la lección aprendida. Tras los últimos cuatro años donde en el tiempo de gobierno en coalición con el grupo PES (ex giles) había apreciado algunos excesos en la gestión urbanística que no quería que se repitieran.
¿Durante este tiempo ha detectado situaciones irregulares?
Lo que se nota en un Ayuntamiento que ha vivido una época muy acelerada de crecimiento es que estos aumentos llevan consigo crecimientos de toda la estructura municipal y eso genera disfunciones en las resoluciones administrativas. He visto excesos y anomalías, pero nada comparable a lo de Marbella.
¿Cuáles son esas diferencias?
En Marbella había un comportamiento desaforado y apartado de la legalidad muy grave y evidente en sus manifestaciones, y muy prolongado en el tiempo. Era una desfachatez. Me duele escuchar a la alcaldesa de Marbella pedir ahora elecciones intentando comparar un suceso con otro cuando la diferencia es abismal. Aquí lo que puede haber, a lo sumo, son algunos excesos puntuales.Ha abierto expedientes a empresas sin licencias y ha sacado a la luz adjudicaciones ilegales.
¿Esta labor está vinculada con lo investigado?
Siempre que hay un cambio en Urbanismo hay un cambio de criterio. Desde que llegué ha habido cambios importantes en la gestión para eliminar los vestigios que quedaban de los herederos del GIL porque no teníamos confianza en ellos. Se reforzaron los controles buscando una legalidad y la mayor idoneidad en las resoluciones. Ha habido un cambio.
¿Cree que la gestión que se hizo en el anterior mandato en Urbanismo, dirigido por Barrientos, fue la correcta?
Fue la única posible a la vista de la conformación que tenía el gobierno. Era un gobierno muy complejo sostenido en un pacto con personas cuya honorabilidad está en entredicho porque una parte de ellos han sido condenados por el Tribunal de Cuentas (en referencia a José Ignacio Crespo) y también por antecedentes claros del grupo del que provienen (GIL) y eso puede haber afectado en la tramitación de algunos asuntos. Resulta llamativo que una operación contra la corrupción urbanística no salpique al concejal del área.La operación no es sólo de carácter urbanística, sino que comprende ramas muy diversas en la función del Ayuntamiento y es justo reconocer que afecta a Hacienda y a la contratación de personal, entre otros. Dicho esto, si no estoy implicado espero que no se valore como algo extraño sino como algo normal. Sólo llevo un año y una gran parte de los hechos que son objetos de esta operación policial se remontan a tiempo atrás. Situación desagradableEstuvo presente en el registro de Urbanismo.
¿Cómo se desarrolló?
Estuve durante las más de 15 horas que duró y la situación era desagradable pero en todo momento mantuvimos buena comunicación.
¿Qué documentación solicitaron?
Los registros iban vinculados con aspectos muy generales de las decisiones administrativas, muchos de ellos de pura normalidad en el funcionamiento de los ayuntamientos. No de operaciones inmobiliarias grandes o operaciones de Hacienda de gran resonancia.
¿Qué escenario se abre ahora para el Ayuntamiento de Estepona?
Es un escenario de incertidumbre. Estamos en una situación de transición donde el alcalde accidental no pertenece al PSOE y que tiene que desempeñar esa tarea hasta que se resuelva la situación personal de Barrientos. Tenemos que esperar a ver cuáles son las decisiones judiciales y a partir de entonces tomar las nuestras para retomar la normalidad. Asume ahora la portavocía del PSOE.
¿Está dispuesto a ser el alcalde?
Mis compañeros han decidido que de forma transitoria haga las funciones de portavoz, sin haber sido designado formalmente. La situación de quién va a ser alcalde no puedo hacerla depender del número que ocupo en la lista. Tiene que valorarse a la persona idónea para afrontar el resto de la legislatura, que va a ser compleja y hay que esperar a la nueva conformación de la lista.
Si se le propusiera, ¿estaría dispuesto a asumir la Alcaldía?
Si el partido me lo exige y me lo proponen mis compañeros no creo que vaya a abandonar este barco. Eso es un sí.Si mis compañeros determinaran que soy la persona más adecuada para asumir la Alcaldía, no diría que no, pero no creo que ahora me pueda plantear dejar Urbanismo.

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