Esplendor fingido (SUR)

Los trabajos para recuperar la fachada de la iglesia de Santiago descubren unas columnas pintadas que enmarcaron las portadas laterales a finales del siglo XVIII

EL EDIFICIO
Origen: Fue una de las primeras parroquias que se crearon en Málaga tras la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos. Se fundó el 25 de julio de 1490.

Construcción: Entre 1490 y 1493 se construyó el primer templo, de estilo gótico-mudéjar. De esa época se conserva la torre y la portada principal, que está cegada.

Ampliación: En el siglo XVI, la iglesia fue ampliada y quedó unida a la torre, que inicialmente estuvo exenta del edificio. En el siglo XVIII fue cuando se realizaron las bóvedas barrocas y las portadas laterales.

La céntrica iglesia de Santiago, uno de los templos más antiguos de la ciudad, se encuentra inmersa en un proceso de restauración que supondrá un cambio radical en su aspecto exterior. El pasado mes de junio dieron comienzo los trabajos para, como ha sucedido en otros edificios del casco histórico, rescatar las pinturas que le fueron añadidas a finales del siglo XVIII a la fachada de la parroquia que da a la transitada calle Granada. Tras casi tres meses de actuación, ya pueden observarse los primeros resultados de la labor efectuada por las empresas Tarma y Alberto Domínguez Blanco, contratadas para este proyecto por la Oficina de Rehabilitación del Ayuntamiento, que promueve la obra.A primera vista, llama la atención la aparición de una arquitectura fingida con pinturas simulando unas columnas que enmarcan las dos puertas por las que se accede a las naves laterales del templo. Sin embargo, los numerosos añadidos que su fachada ha experimentado con el paso de los siglos han hecho que, de esas columnas, únicamente se conserven algunos tramos. Por ello, los responsables de la obra tendrán que decidir ahora si se reproducen o no las partes que faltan. «Todavía nos quedan un par de meses o tres para acabar la fase de descubrimiento de las pinturas, así que hay tiempo para decidir qué hacer», explicó uno de los miembros de Tarma.La arquitectura fingida con pinturas, muy similar a la que ha sido recuperada en otros templos como San Felipe o San Juan, forma para cada una de las dos portadas laterales de Santiago una especie de 'H' que enmarca en su parte inferior la portada de piedra y en la superior, una ventana redonda. Sin embargo, el picado de la fachada ha permitido descubrir que esos vanos no eran los primitivos.

Ventanales más grandes

«Por la disposición de los ladrillos se aprecia que había unos ventanales cuadrados muchos más grandes que permitían una mayor entrada de luz, al gusto de la época barroca», comentó el restaurador. Sin embargo, más adelante, posiblemente en el siglo XIX, los rectores de la iglesia optaron por reducir las ventanas y mandaron encalar la fachada, con lo que se ocultaron las pinturas.Una de las que más ha llamado la atención a los restauradores es el dibujo de la cruz de Santiago que ha aparecido sobre la portada mudéjar del templo, que se encuentra cegada y que permanecerá así. Se trata de una cruz enmarcada en una capilla que forma parte de la decoración pictórica con que se engrandeció la portada principal. Sobre esta cruz se dispuso más adelante otra tallada en piedra.Además del rescate de las pinturas, la obra, valorada en unos 300.000 euros, renovará la fachada del lateral de la iglesia que da a la calle Santiago y rescatará algunas decoraciones que también se han descubierto en la cúpula del crucero y que son similares a las que se van a recuperar en la Casa del Obispo, en la calle Cerrojo.Desde Tarma agregaron que, además de la arquitectura fingida del XVIII, también han encontrado algún las incisiones decorativas de tipo mudéjar que pueden ser de la misma época de la torre de la iglesia, que se construyó junto a una mezquita. En la fábrica de ladrillo descubierta en la fachada se aprecia que, originalmente, el edificio únicamente contaba con una nave central y la torre estaba exenta. Posteriormente se añadieron las dos naves laterales y se decoró toda la fachada con pinturas, que podrán volver a ser admiradas en todo su esplendor para la primavera del año que viene.