El viceportavoz de IU, Antonio Serrano, acusó ayer al Ayuntamiento de haber permitido el estado de ruina en el que se encontraba el caserón de la antigua finca La Virreina antes de su demolición. Para ello, se refirió a un informe que la Alcaldía requirió a Urbanismo en el año 2000, cuando la zona pasó a ser de propiedad municipal, que refleja que la construcción de la casona era sólida y que sus deterioros eran fruto de saqueos.En ese sentido, el concejal de IU recordó la moción que su grupo presentó a pleno hace dos años pidiendo la regeneración del edificio y del parque periurbano de La Virreina, tras el abandono que sufrían en manos del Consistorio. «Creo que no se regó nunca porque han muerto prácticamente la totalidad de los árboles que allí se encuentran», denunció Serrano.Tras la «destrucción» de la casona, Serrano mostró su compromiso con la reconstrucción del palacete para uso social y de equipamiento. Un fin perseguido también por los propios vecinos del distrito. «Esta casa nos pertenece y hay muchos sueños en ella», declaró el presidente de la Asociación de Integración a la Comunidad Gitana Palma-Palmilla, Jesús Rodríguez.Por su parte, el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, defendió la demolición del edificio amparado en el estado de «ruina inminente» declarado por Urbanismo. «Es un edificio que llevaba años deteriorándose, no sólo por el paso del tiempo sino también por la acción de gente que ha entrado y ha salido, se ha llevado piezas, forjados, elementos estructurales del edificio». Según comentó De la Torre, el propósito es volver a reconstruirlo y darle la protección de la que hasta ahora carecía. «Cuando se decreta una ruina inminente es porque no hay más remedio que proceder a la demolición por razones de seguridad de cara a la población», advirtió el regidor.
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