sábado, 25 de octubre de 2008

El valor del Project Management ante la crisis (EL MUNDO)

Hace más de dos décadas que el Project Management (PM) se introdujo en España, de la mano, principalmente, del sector industrial. Su introducción, y no digamos ya su implantación, no ha sido un camino fácil, pero en este tiempo el PM se ha ganado un lugar propio y ha adquirido una merecida reputación como sistema de gestión global eficiente.

No cabe duda de que, como disciplina profesional y, sobre todo, como actividad empresarial rentable, empezaba a consolidarse y a forjarse un prometedor porvenir, tras superar la resistencia inicial del sector inmobiliario y de la construcción, segmentos en los que el PM ha tenido una mayor aplicación en nuestro país. Eso explica el crecimiento constante que esta especialidad ha registrado en los últimos años.

Sin embargo, y paradójicamente, cuando su conocimiento y demanda comenzaba a extenderse, se da de bruces con una crisis económica que le obliga a enfrentarse a una situación difícil y con grandes dosis de incertidumbre. El descenso del ritmo de crecimiento del sector inmobiliario y de la construcción afecta, muy directamente, los intereses de las compañías de PM pero, lo que parecen, -y de hecho son-, obstáculos a la implantación definitiva de esta disciplina en España constituyen también una oportunidad para su fortalecimiento y pueden suponer la clave para su evolución a medio y largo plazo.

En momentos de restricciones presupuestarias y de descenso de la actividad constructora es, más que nunca, imprescindible garantizar la correcta dirección de un proyecto, hay que garantizar la excelencia. En la etapa anterior era frecuente que en la gestión de una obra se acudiese al modelo tradicional, en el que intervienen numerosos actores, que trabajan de forma independiente, en la confianza de que todas las piezas del puzzle encajen durante la obra. Si, finalmente, este difícil ensamblaje fallaba, era algo que podía soportarse; en último extremo, se acudía a un project manager que arreglara el desaguisado y se asumía el consiguiente desvío presupuestario.

Ahora, sin embargo, es previsible un cambio, que el PM debe aprovechar en su favor: la gestión eficaz se convertirá en uno de los elementos esenciales en el ciclo de un proyecto. Se pasará, así, de una situación en la que lo esencial era la conclusión del proyecto a otra en la que lo importante será la ejecución eficiente del proyecto, lo que se traduce en un notable ahorro de costes y tiempos y en una optimización del capital financiero y humano invertido, lo que contribuye a una mejora del margen.

Así pues, en este nuevo contexto de dificultades económicas, el PM constituye una herramienta fundamental, por lo que supone de actividad integradora de equipos multidisciplinares. Los clientes necesitan más que nunca la certeza de que los proyectos se completan de forma profesional, sin retrasos y sin variaciones al alza de los costes previamente acordados. La optimización de los recursos disponibles, directriz clave que orienta el project management, resulta indispensable para minimizar los riesgos que siempre han estado latentes en los procesos constructivos, pero que en el ciclo anterior pasaban más desapercibidos, pues el menor de los problemas era la carga financiera que podían suponer las demoras y deficiencias.

Por todo ello, la etapa de incertidumbre en la que nos encontramos constituye una excelente oportunidad para el PM. Se trata de aprovechar el valioso 'know how' que hemos acumulado en estos años, en pleno 'boom' del sector, y utilizar nuestra credibilidad y experiencia para demostrar a los que todavía desconfían que el PM no es una actividad superflua sino un requisito necesario en la ejecución eficaz de un proyecto constructivo. Ése es nuestro valor frente a la crisis económica, que no es poco.

Enlaces relacionados:
http://www.gerenshill.com/
http://www.gleeds.com/
http://www.mdci.es/


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