domingo, 9 de noviembre de 2008

Desnudando el Miramar (Málaga Hoy)


Los responsables del proyecto de recuperación de este emblemático edificio trabajan en la toma de datos para devolverlo a su estado original · "Es como una operación de cirugía estética", dice José Seguí

Mirar más allá de la piedra, auscultar con la imagen el detalle de cada columna, de cada esquina, para trazar de forma virtual la nueva estampa del futuro Hotel Miramar. A ello se dedican desde hace algunas semanas los técnicos de la empresa Gestión Minera Medioambiental, contratada por los promotores del establecimiento, Grupo Santos, en la toma de datos fidedignos de cómo es el inmueble actual, afectado en las últimas décadas por una importante transformación para su adecuación a los usos como sede judicial. Sobre la base de estos resultados, se proyectará lo que será, en un intento fiel por reconstruir la edificación, obra de Guerrero Strachan y ejecutada entre los años 1921 y 1926 y que en sus inicios albergó el hotel Príncipe de Asturias.

El máximo responsable de la tarea de recuperar el esplendor de la edificación es el arquitecto José Seguí. De manera somera explica que la fase en la que se encuentra en estos momentos el proyecto está marcada por la necesidad de dar forma a una cartografía del edificio "digna", por cuanto hasta el momento la única documentación disponible era anticuada. "Lo que hacen los técnicos es desnudar el edificio, eliminando todos los añadidos que se han ido incorporando a lo largo de los años en la idea de recuperar lo que fue", apunta.

Para ello, se emplean las tecnologías más avanzadas en la materia, como es el uso de la fotogrametría, de la ortofografía, tradicionalmente empleada en la toma de imágenes aéreas para la creación de mapas, y de infografías con las que reproducir lo que será el resultado final. "El proceso consiste en tomar fotos verticales de las fachadas del edificio, así como de todos los espacios del interior, y en el ordenador se compone la representación gráfica de todo", agrega Seguí, quien precisa que la labor afecta no sólo a las grandes superficies sino a aspectos de menor tamaño como los azulejos, que han de ser reproducidos de forma "mimética".

El empleo de este tipo de técnicas, según puntualiza el urbanista, no es habitual en lo que a obras civiles se refiere. Más bien, lo es en el caso de rehabilitaciones de catedrales. "Es como someter al edificio a una operación de cirugía estética. Si colocásemos los planos del antes y el después se verían perfectamente las diferencias", manifestó.

En esta etapa inicial de toma de datos uno de los escollos con los que ha topado el equipo encargado de restaurar el Miramar es la escasa documentación existente sobre su diseño y construcción. Las únicas referencias disponibles se encuentran en el Archivo Municipal, aunque "están en mal estado". No obstante, han servido de guía en la tarea de visualizar cómo era el palacio. La hoja de ruta que se han marcado los responsables del proyecto pasa por devolver al edificio el esplendor que tuvo en su día, para lo que será necesario recomponer los espacios originales, transformados por la conversión del inmueble en sede de la Audiencia Provincial de Málaga allá por los años 80.

A todo ello hay que sumar las primeras conclusiones que se pueden extraer de los diagnósticos realizados sobre el estado de la construcción. "Los datos muestran que los elementos verticales, como los muros, están en muy malas condiciones, mientras que los forjados están estupendos", comenta Seguí, quien admite que en estas circunstancias será necesario "echar abajo casi en su totalidad las distribuciones actuales, que son un auténtico galimatías".

La "limpieza" que se hará del interior del Miramar, como lo denomina el propio arquitecto, responderá al objetivo de la promotora del hotel de lograr grandes espacios y salones para la celebración de eventos sociales. "Ese será el mayor encanto que tendrá", opina Seguí. Y en esta estrategia comercial en la que toma especial protagonismo la recuperación del patio central del edificio, actualmente reducido en su espacio. "En la búsqueda que hemos hecho en el archivo hemos encontrado documentos donde se puede ver el lucernario del patio y la idea es recuperarlo en su integridad", agrega.

Uno de los detalles del futuro establecimiento es el reducido número de habitaciones que tendrá, especialmente si se tiene en cuenta la superficie global del inmueble. Seguí lo justifica en la apuesta que se hace por crear habitaciones de gran tamaño. "En total estamos hablando de unas 200 habitaciones, pero habrá suites que van a tener unos 70 metros cuadrados", indica. Espacio similar al de muchas viviendas de la ciudad.

El calendario diseñado para el desarrollo de los trabajos de restauración del Palacio de Miramar no permite augurar la inauguración del hotel antes del año 2012. Antes de ese momento, habrá que esperar a finalizar la toma de datos, lo que previsiblemente ocurrirá en Semana Santa del año que viene, y a la redacción del proyecto básico, que podría estar listo en verano. "A partir de ahí, se realizarán los trámites administrativos necesarios para que dentro de ese año se puedan iniciar los trabajos de construcción, tarea que nos llevará unos 24 meses", precisa el arquitecto.

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