viernes, 26 de diciembre de 2008

Los bancos se quedan ya con el triple de viviendas por impagos de hipotecas (SUR)

La crisis económica agrava también la morosidad en el mercado del alquiler, que experimenta un aumento de los desahucios del 10%. Los jueces llegan a recibir 25 demandas de ejecuciones por semana


LOS DATOS
Ejecuciones de hipotecas: En 2007 se tramitaron 307 demandas en los juzgados. Este año 2008 se cerrará con más de 850, la mayoría se presentaron en el segundo semestre.
Procedimientos por desahucio: En 2007 se tramitaron 1.008 demandas. De aquí a fin de año se habrán presentado cerca de 1.110.Las previsiones más pesimistas se han cumplido. Las demandas judiciales presentadas por las entidades financieras por impagos de hipotecas casi se han triplicado este año a causa de la crisis económica. El indicador negativo ha dejado también su huella de morosidad en el mercado de alquiler de viviendas, que cierra el ejercicio con un aumento de la morosidad del diez por ciento.
Según los datos registrados en el Decanato de Málaga, en 2008 los juzgados de la capital habrán recibido más de 850 demandas de ejecuciones hipotecarias frente a las 307 que tramitaron el pasado año. El número mayor se ha concentrado en el segundo semestre y especialmente durante de noviembre y diciembre, meses en que, según fuentes judiciales, «se han llegado a presentar en torno a 25 demandas por semana».
Los expertos auguran que esto no es más que la punta del iceberg y que lo peor está por venir. «El efecto que puede provocar en futuros impagos de viviendas la pérdida de empleo a la que hemos estado asistiendo durante este año se reflejará a lo largo de 2009. De hecho, los meses de noviembre y diciembre hemos tenido una avalancha de demandas de ejecuciones de hipotecas y embargos», explica un juez de Primera Instancia de la capital.
En las ejecuciones hipotecarias no se llega al embargo, sino que las viviendas pasan directamente a ser subastadas. En ocasiones suponen una magnífica ocasión para los algunos compradores que hacen su agosto en época de vacas flacas, pero son las menos. Según Ausbanc (Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios), en la mayoría de los casos las viviendas están sobretasadas porque los préstamos que se concedieron eran muy altos, incluso por encima de su valor real.
Normalmente, los bancos esperan al tercer mes de cuotas impagadas para presentar su requerimiento en el juzgado. No obstante, la Ley de Enjuiciamiento Civil da a los deudores una posibilidad para evitar la ejecución del embargo y no perder su casa. Así, si se trata de la vivienda habitual, es posible pagar las cuotas pendientes antes de enfrentarse a la pérdida de la casa, pero abonando los plazos, sus intereses de demora y las correspondientes costas judiciales.
El oscuro panorama económico ha afectado también, aunque en menor medida por ahora, al mercado de alquiler cuya morosidad se ha mantenido más o menos estable durante los últimos años. En 2008 la tendencia se ha roto y los desahucios judiciales por impagos se han incrementado más de un 10%. Al cierre del ejercicio, el Decanato de Málaga calcula que habrá registrado unos 1.110 demandas frente al millar de 2007.
Los desahucios de los inquilinos morosos tardan en Málaga de seis meses a un año en ejecutarse desde que se presenta la demanda judicial. Estos asuntos se tramitan por el procedimiento de urgencia en los juzgados de primera instancia de la capital y tienen un tratamiento preferencial con respecto a otros casos, dado que se entiende que se está causando un perjuicio al demandante (el propietario de la vivienda) que se agrava si no se agiliza el proceso judicial.
Hasta un año
Una vez estudiada y admitida a trámite la demanda, los jueces encargados de estos asuntos en la capital se dirigen al Servicio Común de Actos y Comunicaciones (SCAC) para que fije una fecha para el lanzamiento (desalojo), que se fija de seis a siete meses a partir de la admisión de la ejecución del desahucio. En la sentencia, que se dicta una semana o diez días después del juicio se refleja ya la fecha fijada por el SCAC para el lanzamiento, plazo límite que tiene el inquilino para abandonar la vivienda. Si el arrendatario decide recurrir la sentencia del juzgado ante la Audiencia Provincial, el desahucio puede demorarse hasta más de un año.
El encarecimiento de los precios y el aumento del paro han repercutido también directamente en el impago de los préstamos personales, así como otras obligaciones como las cuotas de la comunidad.
La falta de recursos para atender estas deudas se ha detectado en los diecisiete juzgados de primera instancia de la capital, que han registrado un crecimiento de los procedimientos denominados monitorios (reclamaciones de cantidades hasta 30.000 euros). Estos juzgado civiles tienen previsto cerrar el año con más de diez mil demandas de este tipo, muy por encima de las 6.800 contabilizadas en todo el ejercicio pasado.

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