El hotel Guadalpín Byblos Andaluz no es la única herramienta a la que se agarra el Ayuntamiento de Mijas para saldar la deuda que la promotora Aifos mantiene con la hacienda pública. Un débito que ronda los 1,5 millones de euros -en conceptos de IBI, licencias de obra, Impuesto de Actividades Económicas (IAE), recogida de basuras y plusvalías- que provocó la salida a subasta, sin éxito, del cinco estrellas de gran lujo asentado en la urbanización Mijas Golf. Ahora, el Departamento de Recaudación ha convocado para el 27 de abril a las 11.00 horas la subasta de una parcela de diez mil metros cuadrados ubicada en los alrededores del hotel. El precio de salida de la puja se ha fijado en 4,3 millones de euros. En este punto, cabe reseñar que los terrenos están calificados en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) como suelo urbano, tipología hotel.
En el Ayuntamiento confían en que la subasta de esta parcela ofrezca mejores resultados que la del propio hotel, que quedó desierta el 29 de julio de 2008 a pesar de establecerse un precio de 15,1 millones, una cifra muy inferior a los cerca de 40 millones que la promotora malagueña pagó en junio de 2006 por este lujoso establecimiento. Ante esta ausencia de ofertas, se abrió un plazo de seis meses para su venta. Sin embargo, esta opción tampoco ha dado sus frutos, ya que aunque ninguna de la quincena de empresas que han mostrado interés ha acabado presentando una oferta formal.
En medio de todo este proceso se encuentran los trabajadores del complejo hotelero, cuyo futuro se presenta incierto. Desde el Ayuntamiento siempre han defendido la intención de buscar una fórmula legal en la que ninguna de las partes salga perjudicada; en definitiva, una salida que permita a las arcas municipales cobrar el dinero que se le debe y que, a la vez, garantice en la medida de lo posible la continuación de la plantilla.
En el Ayuntamiento confían en que la subasta de esta parcela ofrezca mejores resultados que la del propio hotel, que quedó desierta el 29 de julio de 2008 a pesar de establecerse un precio de 15,1 millones, una cifra muy inferior a los cerca de 40 millones que la promotora malagueña pagó en junio de 2006 por este lujoso establecimiento. Ante esta ausencia de ofertas, se abrió un plazo de seis meses para su venta. Sin embargo, esta opción tampoco ha dado sus frutos, ya que aunque ninguna de la quincena de empresas que han mostrado interés ha acabado presentando una oferta formal.
En medio de todo este proceso se encuentran los trabajadores del complejo hotelero, cuyo futuro se presenta incierto. Desde el Ayuntamiento siempre han defendido la intención de buscar una fórmula legal en la que ninguna de las partes salga perjudicada; en definitiva, una salida que permita a las arcas municipales cobrar el dinero que se le debe y que, a la vez, garantice en la medida de lo posible la continuación de la plantilla.
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