domingo, 22 de marzo de 2009

El plan contra el chabolismo lleva la dignidad a decenas de familias (La Opinión)

Más de un centenar de vecinos de La Misericordia y del Puente de Los Morenos que residían sin luz, sin agua y con ratas merodeando por las infraviviendas han sido integrados en otros barrios

MATUCHA GARCÍA. MÁLAGA Ratas y culebras merodeando por el interior y el exterior de las casas. Mosquitos e insectos varios. Viviendas infrahumanas con techos de uralita, sin agua y sin luz. Ésta era la situación que padecían decenas de familia en Málaga hace ya nueve años. La imagen pasó a la historia.
Los núcleos chabolistas de La Misericordia y del Puente de los Morenos quedaron atrás y dos familias que atravesaron este proceso relatan a La Opinión de Málaga el antes y el después que ha supuesto para sus destinos integrarse en una casa y un barrio normalizados. El esfuerzo tanto por parte de las Administraciones como de los afectados ha sido más que notable, pero ha merecido la pena, relatan.
Ahora, la ciudad está inmersa en un nuevo proceso, el desmantelamiento de la barriada marginal de Los Asperones. El número de personas es visiblemente mayor al de aquella actuación. 264 familias de las que sólo entre 40 ó 50 presentarían hoy día las condiciones necesarias para su traslado (sociales, económicas, laborales y de formación). A pesar del complejo trabajo que queda por delante, cada persona integrada puede suponer una nueva vida y una oportunidad para una zona marcada y castigada por la droga y relacionada con la delincuencia.

Misericordia y los Morenos. En los dos núcleos chabolistas que se enmarcaban dentro de este plan de erradicación del chabolismo que desarrollaron el Ayuntamiento de Málaga y la Junta habitaban 124 personas, de las que más del 66% eran menores de 25 años. Concretamente en La Misericordia vivían 16 familias y en el Puente de los Morenos, 28. También entonces surgieron discrepancias acerca del modelo a seguir entre las administraciones competentes.
En el caso de La Misericordia se contabilizaron 43 personas de las que diez eran menores, mientras que en los Morenos 81, con ocho niños de cero a cinco años. La actividad económica desarrollada por la mayor parte era la recogida y venta de cartones y de chatarra, seguida de la venta ambulante sin permiso. La actuación con estas personas comprendió tanto el ámbito laboral como el social. Se compraron viviendas en las que, bajo régimen de alquiler, fueron realojados. Fue el lunes 3 de julio de 2000 cuando comenzó el derribo de las chabolas de La Misericordia, la primera zona en desmantelar. Se daba la circunstancia de que las obras del actual Paseo Marítimo de Poniente y la ampliación de la calle Pacífico no podían continuar si estos vecinos no abandonaban la zona.
Meses después fue el turno de los residente del Puente de los Morenos. Atrás quedaron años de penurias. Fue el punto de inflexión de numerosos destinos y el comienzo de una nueva vida. La oportunidad y la dignidad llegó al fin para estos vecinos.

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