Sólo un día después de que la Junta de Andalucía diera un nuevo revés al proyecto para urbanizar los terrenos de Arraijanal con la aprobación del plan metropolitano, que lo prohíbe, el Ayuntamiento avanza un paso más en la tramitación de la actuación para hacer posible la construcción de 664 viviendas, hoteles y edificios de uso empresarial en el sector. La Junta de Gobierno Local dio ayer luz verde a la distribución de los suelos de este espacio virgen junto a Guadalmar con el argumento de que ello puede hacerse en base a lo recogido en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del año 97, que todavía está vigente.
Para ello, el equipo de gobierno del PP defiende que el plan para Arraijanal mantiene «exactamente» la misma clasificación de suelo que le otorgó el PGOU de 1983 y que heredó el de 1997. El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, insistió en que, en ambos casos, el proyecto contó con la aprobación de la Junta, que únicamente se opuso a la realización de una marina deportiva, que fue descartada en 2006 tras recibir informes negativos de la Demarcación de Costas.
«Nosotros somos coherentes y responsables con el desarrollo urbanístico que permite la ley», destacó Díaz, quien aseguró que el paso dado ayer no supone una demostración de fuerza ante los responsables del Gobierno andaluz. «El plan para Arraijanal que nos han presentado los propietarios de los suelos cumple con la normativa y tenemos que aprobarlo», insistió el concejal.
Directrices
No obstante, según pudo conocer este periódico de fuentes jurídicas consultadas, si bien este proyecto se ampara en el PGOU vigente del año 97, la próxima entrada en vigor del Plan de Ordenación del Territorio (POT) del área metropolitana de Málaga, aprobado el pasado jueves, aunque con el voto en contra de la capital, hará que tengan que adaptarse a sus directrices todos los planes generales que abarca, incluidos los nuevos -adaptados a la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía- y los que se encuentren en vigor de años anteriores. Esto supone que, en cualquier supuesto, el proyecto de Arraijanal quedará anulado por el POT.
Según las fuentes, el Ayuntamiento seguirá adelante con la tramitación de Arraijanal puesto que tiene firmado un convenio con sus promotores que le obliga a ello y por el que prevé recibir 28 millones de euros para destinarlos a la realización de varias infraestructuras urbanas en la zona oeste de la ciudad. De ahí que lo más probable es que la Junta recurra a los tribunales si el Consistorio insiste en mantener los desarrollos previstos en el sector, unos desarrollos que, al mismo tiempo, anula la declaración de impacto ambiental que emitió la Consejería de Medio Ambiente sobre el nuevo PGOU, donde también están recogidos.
Manuel Díaz reconoció que, en caso de ser necesario, el equipo de gobierno acudirá a la vía judicial para defender la realización del proyecto aprobado. No obstante, apostó por agotar la vía del diálogo con la Junta en el plazo de tiempo que todavía queda hasta la entrada en vigor efectiva del POT. Con todo, las reiteradas negativas de la Junta indican que su postura es firme y va a mantenerla hasta el final.
EL PLANEAMIENTO
Planes de 1983 y 1997: En los planes generales de 1983 y 1997 se otorgaron derechos edificatorios a los terrenos de Arraijanal. En el segundo, se incluyó también la construcción de una marina deportiva que, finalmente, fue rechazada por la Junta de Andalucía.
Modificación del PGOU: El equipo de gobierno local intentó aprobar la realización de la marina deportiva mediante una modificación de elementos del plan que no prosperó ante los informes negativos de la Demarcación de Costas. Finalmente, se descartó la marina.
Convenio con los propietarios: De forma paralela a la aprobación del nuevo PGOU, el Ayuntamiento firma con los dueños de Arraijanal un convenio para construir viviendas y hoteles en la zona. A cambio, prevé obtener 28 millones de euros.
Plan metropolitano: El plan metropolitano de la Junta frustra el grueso de la actuación prevista.
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