viernes, 3 de abril de 2009

La ordenación metropolitana reserva suelo para 16.000 viviendas protegidas (Málaga Hoy)

Diez de los trece municipios sobre los que incide avalan el denominado Potaum, mientras Málaga y Torremolinos lo rechazan · El documento tumba los grandes proyectos urbanísticos de la capital

El área metropolitana de Málaga, integrada por trece municipios y habitada por 850.000 personas, ya tiene plan de ordenación territorial. El documento definitivo, que deberá recibir la aprobación final del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, lo que podía suceder en agosto o septiembre, mantiene grosso modo los parámetros ya contemplados en el primer informe, a excepción del aumento de las áreas de oportunidad localizadas en este territorio. Serán finalmente 23 las delimitaciones de suelo fijadas para mejorar las condiciones residenciales, productivas y turísticas de este entorno, cuyo desarrollo podría suponer, según la Junta de Andalucía, una inversión pública y privada de 12.000 millones de euros y la creación de 100.000 empleos en el horizonte de los próximos 15 años.

De todos los espacios destacan los seis destinados a la construcción de viviendas, con una superficie total de 650 hectáreas y capacidad para acoger 24.500 casas, de las que casi 17.000 serán de protección oficial. Este número, según expuso el consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Espadas, sumado a las actuaciones que impulsarán los propios ayuntamientos, debe ser suficiente para responder a la demanda real que hay en la zona.

Las áreas quedan repartidas en seis localidades: dos en Málaga capital (Soliva Norte y Vega Guadalhorce-Campanillas), con 205 hectáreas y unas 12.700 casas; una en Alhaurín de la Torre, de 80 hectáreas y 3.200 viviendas; dos en Cártama (Nueva Aljaima y Estación de Cártama), de 140 hectáreas y casi 5.000 viviendas; una en Álora (Cuesta del Río), de 20 hectáreas y 800 casas, y otra en Coín (Miramonte-Sierra Gorda), de 90 hectáreas y 3.600 casas.

Estas es una de las grandes apuestas que hace el conocido como Potaum, que ayer recibió un importante impulso después de que diez de los trece ayuntamientos sobre los que tiene incidencia (Álora, Almogía, Benalmádena, Casabermeja, Cártama, Coín, Pizarra, Rincón de la Victoria, Totalán y Alhaurín el Grande) le diesen su aval. Sólo Málaga y Torremolinos votaron en contra del trabajo elaborado por el equipo del urbanista Manuel González Fustegueras, mientras Alhaurín de la Torre optó por la abstención.

La posición del Ayuntamiento capitalino fue justificada por el alcalde, Francisco de la Torre, en el rechazo que reciben las grandes intervenciones proyectadas por el equipo de gobierno del PP en su PGOU, lo que consideró una vulneración a las competencias municipales. "La Junta parece que quiere redactar parte de nuestro Plan General", comentó el regidor del PP después de saber que la ordenación metropolitana dice no a la construcción al norte de la ronda este, no a la ocupación de los suelos de Arraijanal (que la Junta preserva de la construcción y propone para uso ciudadano) y de las márgenes del río Campanillas y no a la ejecución de un puerto deportivo en El Morlaco, así como a la ampliación de las actuales instalaciones náuticas de El Candado. Sobre este último punto, señala incluso como ámbito preferente para estas instalaciones las playas de El Palo y Pedregalejo.

Ante estos argumentos, Espadas estimó que la negativa de Málaga responde más a un intento por "sacar el máximo partido" al PGOU, que se encuentra en su fase final. Además, recordó que de las 32 alegaciones del Consistorio, se han aceptado ocho de manera completa y 16 de forma parcial.

Málaga, así como los otros 12 municipios, tendrá ahora que adecuar sus previsiones urbanísticas a lo marcado en el Potaum, que no sólo prevé importantes desarrollos residenciales, sino también productivos, especialmente vinculadas a las nuevas tecnologías y a la formación. Para ello, se delimitan 1.905 hectáreas, destacando por sus dimensiones la plataforma aeroportuaria de Alhaurín de la Torre, con 380 hectáreas, 230 más que en las primeras estimaciones; el parque de la construcción Zalea en Pizarra, con 250 hectáreas (138 más), y, como novedades, el parque de la piedra, de 120 hectáreas en Coín, y el complejo industrial cárnico de Cártama, de 50 hectáreas. A ellas se suma el puerto seco de Campanillas, que tras la oposición multitudinaria de los vecinos de Santa Rosalía-Maqueda, rebaja su superficie a dos millones de metros, 900.000 menos.

El último elemento de oportunidad previsto es el relativo a las actividades turísticas, con seis espacios (cuatro más), y 310 hectáreas previstas para hoteles y servicios demandados por la población vacacional. "Gracias a ello se logrará diversificar la oferta turística de la aglomeración urbana", comentó el consejero de Vivienda.

No obstante, muchas de las intervenciones planificadas están supeditadas a la disponibilidad de recursos hídricos y a la existencia de infraestructuras de transporte adecuadas. El documento mantiene la desaladora en las proximidades de la desembocadura del Guadalhorce y de otra en la parte oriental de la metrópolis.

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