La ordenación del entorno de la ciudad recibe el respaldo de la mayoría de los municipios, salvo Málaga y Torremolinos Deberán pasar aún cinco meses para su aprobación definitiva
La base del crecimiento urbano es la disponibilidad del agua necesaria para las actividades residenciales y productivas, y de infraestructuras para depurar esas aguas. Este es uno de los principios elementales que rige en la redacción del Plan de Ordenación Territorial del Área Metropolitana de Málaga (POTAUM), que ayer dio un paso adelante tras ser aprobado provisionalmente -aunque con los votos en contra de la capital y Torremolinos y la abstención de Alhaurín de la Torre- durante una reunión entre el consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Espadas, y los trece ayuntamientos implicados.
Bajo este prisma, el documento prevé una desaladora en el entorno de la desembocadura del río Guadalhorce, en la capital, que se acometerá en virtud de un futuro convenio entre el Ayuntamiento y la Agencia Andaluza del Agua. Esta infraestructura tendrá un coste de unos 65 millones y capacidad para generar 20 hectómetros cúbicos de agua dulce, cantidad suficiente para cubrir un tercio de las necesidades de la capital.
Saneamiento
A su vez, el plan contempla mejoras en el saneamiento y la depuración de aguas residuales, con un presupuesto de 155 millones. El POTAUM propone dos nuevas plantas: la primera dará servicio a los sectores norte y oeste de la ciudad, así como a Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande y Cártama, y es una reivindicación del sector turístico de la Costa del Sol. Y la segunda, en el sistema Guadalhorce-Grande, para atender a la población de municipios como Coín, Álora y Pizarra.
Al tiempo, las depuradoras existentes se renovarán para producir agua reciclada destinada a usos recreativos, el riego de campos de golf y zonas verdes municipales, lo que supondrá otros 66,6 millones. Para ello, se incorporarán instalaciones de tratamiento terciario en las del Guadalhorce, Almogía, Casabermeja, Benalmádena y Torrealquería.
Otra batería de propuestas está destinada a incrementar el aprovechamiento de los recursos de aguas superficiales, en áreas como la cuenca del Guadalhorce, así como para mejorar la interconexión entre Málaga, la Costa del Sol y la Axarquía, con una nueva tubería entre el embalse de La Viñuela y la desalobradora de El Atabal, que también ampliará su capacidad.
A su vez, se prevén inversiones para la mejora del tratamiento de aguas potables, con nuevas estaciones de tratamiento y depósitos de regulación en el Valle del Guadalhorce y conducciones de abastecimiento a los municipios de esta comarca y la capital. Estas actuaciones coparán más del 20% de la inversión total prevista en el Plan, con un importe cercano a los 1.000 millones.
El POTAUM establece 23 áreas de oportunidad, esto es, enclaves con unas características que los hacen idóneos para soportar determinadas actividades. Siete de ellas tienen carácter residencial, lo que, según Espadas, permitirá construir en torno a 24.500 viviendas, de las cuales, entre el 55 y el 65% serán protegidas. «Si a esta cantidad le añadimos las que ya se contemplan en los distintos planes urbanísticos de los municipios, podemos cubrir la demanda de viviendas, que se sitúa en las 30.000», indicó Espadas.
Áreas de oportunidad
La mayoría se encuentran en Soliva Norte (Málaga, 7.200), Campanillas (Málaga), la vega del Guadalhorce, Alhaurín de la Torre, Cártama, Álora y Coín.
Otras diez serán productivas, con lo que se reservan 1.905 hectáreas para permitir el desarrollo tecnológico y mejorar el tejido empresarial, varias de ellas fruto de las alegaciones presentadas por los ayuntamientos.
Se trata de la ampliación del Parque Tecnológico; una zona logística entre la capital y Cártama; un área de servicios al aeropuerto en Alhaurín de la Torre; el polígono agroalimentario de Cártama; parques empresariales en Casabermeja, Coín-Alhaurín el Grande y Rincón de la Victoria; y recintos especializados en la construcción (Pizarra), la piedra (Coín) y las industrias cárnicas (Cártama).
En cuanto a los servicios turísticos, el POTAUM establece seis enclaves, lo que supone 310 hectáreas para instalaciones hoteleras, equipamientos y servicios, especialmente en Rincón de la Victoria, Almogía, Casabermeja, Álora y Coín.
En el aspecto netamente medioambiental, se incluyen actuaciones para la restauración de los ríos Guadalmedina, Campanillas, Guadalhorce y Grande, así como en la cabecera de las presas de Casasola y Pilones.
Tramitación
Para que el POTAUM sea aprobado definitivamente deberá pasar por la Comisión Provincial de Urbanismo, la Comisión de Ordenación del Territorio, y el Consejo de Gobierno de la Junta, por lo que el proceso se alargará al menos otros cinco meses. «Intentaremos que para agosto se apruebe definitivamente», sostuvo Espadas.
El consejero resaltó la importancia del documento, «una herramienta concebida para ordenar un crecimiento sostenible y coherente por encima de las decisiones adoptadas por los distintos municipios», e insistió en su carácter supramunicipal. «No hay invasión de competencias municipales, sólo un proceso de identificación de un modelo territorial coherente», apuntó, frente a las críticas que han hecho varios ayuntamientos. De la aplicación de este texto depende el futuro desarrollo urbano de la conurbación metropolitana
La base del crecimiento urbano es la disponibilidad del agua necesaria para las actividades residenciales y productivas, y de infraestructuras para depurar esas aguas. Este es uno de los principios elementales que rige en la redacción del Plan de Ordenación Territorial del Área Metropolitana de Málaga (POTAUM), que ayer dio un paso adelante tras ser aprobado provisionalmente -aunque con los votos en contra de la capital y Torremolinos y la abstención de Alhaurín de la Torre- durante una reunión entre el consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Espadas, y los trece ayuntamientos implicados.
Bajo este prisma, el documento prevé una desaladora en el entorno de la desembocadura del río Guadalhorce, en la capital, que se acometerá en virtud de un futuro convenio entre el Ayuntamiento y la Agencia Andaluza del Agua. Esta infraestructura tendrá un coste de unos 65 millones y capacidad para generar 20 hectómetros cúbicos de agua dulce, cantidad suficiente para cubrir un tercio de las necesidades de la capital.
Saneamiento
A su vez, el plan contempla mejoras en el saneamiento y la depuración de aguas residuales, con un presupuesto de 155 millones. El POTAUM propone dos nuevas plantas: la primera dará servicio a los sectores norte y oeste de la ciudad, así como a Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande y Cártama, y es una reivindicación del sector turístico de la Costa del Sol. Y la segunda, en el sistema Guadalhorce-Grande, para atender a la población de municipios como Coín, Álora y Pizarra.
Al tiempo, las depuradoras existentes se renovarán para producir agua reciclada destinada a usos recreativos, el riego de campos de golf y zonas verdes municipales, lo que supondrá otros 66,6 millones. Para ello, se incorporarán instalaciones de tratamiento terciario en las del Guadalhorce, Almogía, Casabermeja, Benalmádena y Torrealquería.
Otra batería de propuestas está destinada a incrementar el aprovechamiento de los recursos de aguas superficiales, en áreas como la cuenca del Guadalhorce, así como para mejorar la interconexión entre Málaga, la Costa del Sol y la Axarquía, con una nueva tubería entre el embalse de La Viñuela y la desalobradora de El Atabal, que también ampliará su capacidad.
A su vez, se prevén inversiones para la mejora del tratamiento de aguas potables, con nuevas estaciones de tratamiento y depósitos de regulación en el Valle del Guadalhorce y conducciones de abastecimiento a los municipios de esta comarca y la capital. Estas actuaciones coparán más del 20% de la inversión total prevista en el Plan, con un importe cercano a los 1.000 millones.
El POTAUM establece 23 áreas de oportunidad, esto es, enclaves con unas características que los hacen idóneos para soportar determinadas actividades. Siete de ellas tienen carácter residencial, lo que, según Espadas, permitirá construir en torno a 24.500 viviendas, de las cuales, entre el 55 y el 65% serán protegidas. «Si a esta cantidad le añadimos las que ya se contemplan en los distintos planes urbanísticos de los municipios, podemos cubrir la demanda de viviendas, que se sitúa en las 30.000», indicó Espadas.
Áreas de oportunidad
La mayoría se encuentran en Soliva Norte (Málaga, 7.200), Campanillas (Málaga), la vega del Guadalhorce, Alhaurín de la Torre, Cártama, Álora y Coín.
Otras diez serán productivas, con lo que se reservan 1.905 hectáreas para permitir el desarrollo tecnológico y mejorar el tejido empresarial, varias de ellas fruto de las alegaciones presentadas por los ayuntamientos.
Se trata de la ampliación del Parque Tecnológico; una zona logística entre la capital y Cártama; un área de servicios al aeropuerto en Alhaurín de la Torre; el polígono agroalimentario de Cártama; parques empresariales en Casabermeja, Coín-Alhaurín el Grande y Rincón de la Victoria; y recintos especializados en la construcción (Pizarra), la piedra (Coín) y las industrias cárnicas (Cártama).
En cuanto a los servicios turísticos, el POTAUM establece seis enclaves, lo que supone 310 hectáreas para instalaciones hoteleras, equipamientos y servicios, especialmente en Rincón de la Victoria, Almogía, Casabermeja, Álora y Coín.
En el aspecto netamente medioambiental, se incluyen actuaciones para la restauración de los ríos Guadalmedina, Campanillas, Guadalhorce y Grande, así como en la cabecera de las presas de Casasola y Pilones.
Tramitación
Para que el POTAUM sea aprobado definitivamente deberá pasar por la Comisión Provincial de Urbanismo, la Comisión de Ordenación del Territorio, y el Consejo de Gobierno de la Junta, por lo que el proceso se alargará al menos otros cinco meses. «Intentaremos que para agosto se apruebe definitivamente», sostuvo Espadas.
El consejero resaltó la importancia del documento, «una herramienta concebida para ordenar un crecimiento sostenible y coherente por encima de las decisiones adoptadas por los distintos municipios», e insistió en su carácter supramunicipal. «No hay invasión de competencias municipales, sólo un proceso de identificación de un modelo territorial coherente», apuntó, frente a las críticas que han hecho varios ayuntamientos. De la aplicación de este texto depende el futuro desarrollo urbano de la conurbación metropolitana
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