El proyecto sigue bloqueado dos años después de que fuera adjudicado.
El proyecto para la nueva depuradora del Valle del Guadalhorce exigirá finalmente de la expropiación forzosa de un total de 25 fincas en el entorno del río Grande. La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía publicó ayer el expediente de expropiación de los terrenos donde se ubicará la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar), que iba a tratar los vertidos procedentes de los municipios de Álora, Pizarra y Coín.
Se trata de un proyecto que se adjudicó hace ya dos años, pero que sigue sin echar a andar precisamente por los problemas en la disponibilidad del suelo. En este sentido, cabe recordar que el verano pasado la Delegación de Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Pizarra adelantaron que estaban negociando con los propietarios de las parcelas para que permitieran el inicio de los trabajos.
Finalmente, la Junta ha recurrido a la expropiación forzosa y ha citado a los afectados para la semana que viene con el objetivo de levantar las actas. La administración autonómica justifica esta medida en razones de «operatividad y eficacia administrativa» para la ejecución de la obra hidráulica. Ahora está por ver si con la ocupación de los terrenos se desbloquea definitivamente una actuación que se viene prometiendo desde hace una década.
Colectores pendientes
La construcción de la planta fue adjudicada en febrero de 2007 a la UTE formada por las empresas Elecnor S. A. y Montajes y Saneamientos (Montaysa) por un importe de unos seis millones de euros. El proyecto inicial se pensó para prestar servicio a una población de 70.000 habitantes a través de una red de colectores que desembocarían en la depuradora, prevista cerca de la confluencia de los cauces del río Grande y el río Guadalhorce.
Cabe recordar que Medio Ambiente también había adjudicado la construcción de los citados colectores por 5,3 millones de euros, obras que tampoco se han iniciado todavía. En este tiempo, partidos políticos y colectivos ecologistas han exigido el inicio de la Edar llamada a acabar con los vertidos de aguas fecales que van a parar al Guadalhorce y a otros arroyos. Además, el Ayuntamiento de Coín ha anunciado su intención de no formar parte del consorcio de esta planta y crear su propia depuradora, que incluso sacó a concurso hace algunos meses. También está pendiente la licitación de otra Edar para Alhaurín y Cártama.
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