Alhaurín el Grande prohíbe por un año edificar en suelo rústico. (SUR)

El Ayuntamiento suspende las licencias mientras cambia el PGOU para permitir usar las casetas agrícolas como viviendas.

Prohibido realizar cualquier tipo de construcción en el suelo rústico de Alhaurín el Grande durante un año. Se trata de una medida provisional que ya se ha publicado oficialmente y que el Ayuntamiento ha llevado a cabo mientras gestiona los cambios normativos necesarios para definir nuevamente los usos de las edificaciones en el campo.

El objetivo es permitir el uso ocasional de las casetas agrícolas como viviendas, tal y como ya informó el equipo de gobierno el pasado mes de junio, cuando se aprobó la moción del Área de Urbanismo. Ahora, el acuerdo, que contó con los votos favorables del PP y las abstenciones de PSOE e IU, acaba de ser publicado en el Boletín Oficial de la Provincia, donde se especifica que durante un plazo máximo de un año queda suspendido el otorgamiento de «toda clase de aprobaciones, autorizaciones y licencias urbanísticas en suelo no urbanizable para el uso de caseta agrícola».

También se ha ordenado la notificación del acuerdo a quienes tuvieran presentadas solicitudes de licencia con anterioridad a la fecha de adopción de la suspensión. Mientras tanto, la Oficina Técnica Municipal ya está trabajando en el instrumento para la innovación del artículo 301 del Plan General de Alhaurín el Grande, donde se definen las condiciones particulares para las casetas agrícolas y construcciones que se destinen al almacenaje de los productos obtenidos de la actividad agropecuaria.

Cocina y baño

Según explicó en su día el edil responsable de Urbanismo, Gregorio Guerra, lo que se pretende es incorporar al PGOU la posibilidad de contemplar en este tipo de inmuebles «una zona de servicios diferenciada de la zona de almacén». La idea es permitir que alberguen cocina, cuarto de baño, sótano y un porche cubierto.

En palabras del alcalde, Juan Martín Serón, la nueva norma servirá para que estas construcciones se usen como viviendas «en momentos puntuales, sin que lleguen a constituir una residencia habitual». El Consistorio estudia además solicitar a la Junta reducir de 10.000 a 5.000 metros cuadrados la superficie mínima de las también llamadas casas de aperos.