MALAGA. Así son las estaciones del Metro de Málaga. (MALAGAHOY)

La tonalidad que más destaca es el gris, mezclado con el verde corporativo de la Junta

S. SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 27.03.2010 - 01:00

Estaciones con espacios seguros, accesibles y de fácil manejo para el usuario. Estas son las exigencias que han marcado en los últimos meses el diseño de la arquitectura de las paradas de las líneas 1 y 2 del Metro y que ahora sale a la luz. El proyecto, situado en los últimos tres años y medio en la oscuridad propia de la construcción de los túneles, empezó ayer a tomar una tonalidad más grisácea, que es la que predomina en el espacio del que disfrutarán en poco más de un año los usuarios del suburbano.

El ejemplo de estación que Ferrocarriles Andaluces puso como referente es la de El Torcal, en Avenida Velázquez. Allí, expuestos sobre las paredes, pudieron verse los materiales y colores finalmente elegidos para los trabajos de terminación. La tonalidad que más destaca, a semejanza de Sevilla, es el gris, mezclado con el verde corporativo de la Junta. Uno de los grandes alicientes es el diseño de la boca de acceso a las entrañas del Metro, que se convierte en el primer visual con la infraestructura.

Estas casetas de acceso son unos recintos cubiertos con forma de templete, formado de vidrio y acero inoxidable. Cada recinto contará con un monolito de señalización exterior, con iluminación para facilitar la localización de la estación. La solería elegida es de baldosas de terrazo compacto, de color gris claro. El suelo dispondrá de encaminamientos en gris antracita. Los rodapiés serán de granito de color oscuro y se colocarán inclinados para facilitar los trabajos de mantenimiento y limpieza.

Las paredes, en la parte del vestíbulo, estarán compuestas de un paramento inferior de unas placas de vidrio laminado que alcanza hasta 1,8 metros de alto. Destaca que al ser laminado es imposible su caída en caso de rotura. Sobre estas placas se colocará una banda luminosa donde se podrá leer el nombre de la estación. Las paredes del andén están integradas por un aglomerado con base de cemento con propiedades de absorción del ruido. Finalmente, los techos tienen acabado en hormigón y están pintados en oscuro.

La longitud media de las estaciones es de 86 metros y la anchura, de 16. Los vestíbulos, según los datos aportados por la Junta, se encuentran a unos 5 metros de profundidad y el andén, que es donde el viajero toma el Metro, a 12 metros. Entre los elementos que componen las estaciones están el puesto de control local, dos escaleras eléctricas reversibles, una pedestre, un ascensor, máquinas expendedoras adaptadas a personas con movilidad reducida y puertas de andén.