Vecinos de El Perchel denuncian que el bloque de viviendas contiguo ha sufrido ya varios daños y corre un serio riesgo · La última intervención municipal se quedó en el apuntalamiento de un solo tejado
PABLO BUJALANCE / MÁLAGA | ACTUALIZADO 11.03.2010 - 05:00
La noche del 10 de diciembre de 1831, José María de Torrijos aguardaba su fusilamiento en el convento de San Andrés, en Málaga, a mano de los partidarios de Fernando VII. El ajusticiamiento se produjo la mañana siguiente: la causa liberal en España perdía a uno de sus baluartes, pero su figura encarnó para la posteridad como pocas el espíritu de la Constitución de Cádiz de 1812, la consideración ilustrada del ciudadano con derechos inviolables más allá del poder ejercido por cualquier gobierno. Torrijos es hoy materia de estudio y creciente interés en toda España, y, por razones obvias, Málaga representa un papel crucial en su fatal desenlace; pero el convento de San Andrés, construido en el siglo XVI y catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), verdadero testigo de este episodio, sigue en su lamentable estado de ruina y desmembrándose en pleno corazón de El Perchel. Las recientes lluvias han hecho estragos: uno de los muros del perímetro del convento se derrumbó recientemente y causó daños importantes, no sólo al mismo inmueble sino al edificio de viviendas colindante. La iglesia del Carmen, también contigua, sufre un riesgo notable de quedar seriamente dañada si la lluvia continúa cayendo con fuerza y la ruina sigue acrecentándose.
El portavoz de IU en el Ayuntamiento, Pedro Moreno Brenes, convocó ayer a los medios de comunicación en la misma puerta del convento para denunciar los nuevos destrozos. "Queremos que este edificio, por su valor histórico, siga existiendo en Málaga, pero nos tememos lo peor", afirmó. Moreno Brenes recordó que el convento "es propiedad del Ayuntamiento, y de él depende por tanto que esto no suceda". En este sentido, el edil apuntó que a pesar de que dos mociones presentadas al respecto en Pleno por IU han sido aprobadas con los votos del PP, "el Gobierno municipal no ha hecho nada al respecto, y no entendemos por qué votan a favor de nuestras propuestas y luego no las ejecutan". El portavoz indicó que su grupo iniciará en breve "una campaña con federaciones de vecinos y asociaciones culturales con el fin de movilizar a la sociedad y exigir en la calle una solución definitiva para el convento; las últimas intervenciones realizadas con los fondos del Plan E no llegan ni al preámbulo de lo que debería hacerse, pero ya no queda tiempo, la ruina total es inminente". Uno de los vecinos del bloque de viviendas afectado por la caída del muro y además pionero en la reivindicación ciudadana para la supervivencia del edificio, Antonio Espejo, aseguró que, tal y como había podido comprobar desde su domicilio, "la última actuación que se hizo cuando el Ayuntamiento y la Junta nos anunciaron que se iban a tomar medidas sólo consistió en echar tierra y en apuntalar con palos de madera un tejado".
Con respecto a las posibles opciones de uso para el edificio, en el caso de que se evite la ruina, Moreno Brenes recordó que una de las mociones de IU aprobadas por el Pleno municipal "contemplaba la creación de un museo y un centro de interpretación dedicado a Torrijos, y eso es todo lo que sabemos". Sin embargo, el Ayuntamiento también baraja para el convento la instalación del Museo de Arquitectura y Diseño, un proyecto impulsado por la promotora inmobiliaria Imnova. De hecho, el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz Guirado, ya anunció el mes pasado que esta primavera se convocaría un concurso internacional de ideas para valorar la viabilidad del proyecto. La intención de la Gerencia de Urbanismo, no obstante, es la de combinar este museo con el centro de interpretación dedicado a Torrijos en el mismo convento, y precisamente el concurso estará orientado en esta dirección. De cualquier forma, lo que urge es una obra definitiva antes de que otra huella del pasado malagueño desaparezca.
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