La gran baza del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, cara a las elecciones municipales de mayo de 2011, la reforma de la Plaza de la Merced, empieza a enturbiarse. El proyecto impulsado por Urbanismo de remozar este emblemático escenario empieza a provocar las primeras críticas por parte de vecinos y comerciante, que denunciaron ayer la nula información recibida sobre la intervención y rechazaron de plano la posibilidad de rebajar el espacio central a ras de calle, como valoran los técnicos.
La rebelión de los residentes del entorno quedó de manifiesto en las declaraciones que ayer realizaron los representantes de las asociaciones de vecinos de La Merced y del Centro Antiguo. La presidenta del primero colectivo, María Teresa Repiso, consideró que con la idea que en este momento baraja el equipo de gobierno la plaza "perderá su gracia, su seña de identidad y será igual que las demás". "Tiene una estructura muy bonita y sobre todo distinta; en ella jugó Picasso cuando era pequeño y, por tanto, no se puede descomponer", dijo.
Por su parte, María José Soria, presidenta de la Asociación Centro Antiguo, avaló la posibilidad de peatonalizar los laterales norte y este, pero recordó que la aplicación de esta medida en otras plazas no ha traído consigo un aumento del espacio ciudadano. Algunos comerciantes del entorno se quejaron, además, de que la puesta en práctica del nuevo modelo traerá consigo la pérdida de aparcamientos para residentes y mostraron sus dudas respecto a lo que sucederá con las zonas de carga y descarga.
"Éste es un ejemplo de la improvisación y del gobernar a salto de mata al que nos tiene acostumbrados el alcalde", se quejó Rafael Fuentes, portavoz del PSOE en la Casona del Parque, quien dijo que el único objetivo del regidor es inaugurar esta obra antes de las elecciones de 2011. Y eso, opinó, "es indignante y perjudicial".
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