martes, 13 de abril de 2010

Casas en zonas inundables: un gran riesgo en la Costa y el Guadalhorce. (LAOPINION)

Cártama y los alhaurines suman 1.000 viviendas construidas en diversos cauces fluviales.


VIRGINIA GUZMÁN*. MÁLAGA Construir una vivienda en una zona inundable deja a merced de la inclemencia climatológica a sus habitantes. Y además suele estar prohibido por ley. Pero ambos factores no han impedido que las casas en arroyos, riberas de ríos y puntos sensibles ante fuertes lluvias proliferen por buena parte de la provincia. La Costa del Sol Occidental y el Valle del Guadalhorce son las dos comarcas que concentran más puntos negros. En el primer caso, el descontrol urbanístico y la fuerte demanda han llevado a lo largo de los años a invadir cauces o construir demasiado cerca de caudales; en el segundo, es el río Guadalhorce el que suma más viviendas en lugares, a priori, no urbanizables.
En la comarca del Guadalhorce hay unas mil viviendas ilegales construidas en zonas inundables. Unas construcciones que presentan grandes problemas cuando llueve o desembalsan los pantanos del Guadalhorce y cuyos propietarios se exponen así al riesgo de ser desalojados cuando hay temporal, como ocurrió este invierno. Los puntos calientes son Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande y Cártama. Y de la zona de protección por riesgo de inundación de 28 kilómetros cuadrados, una superficie de un 41% está ocupada por construcciones. En el espacio fluvial que necesita el río en momentos de crecidas, hay 403 edificaciones en Cártama, 380 en Alhaurín el Grande y 211 en Alhaurín de la Torre. Y el mayor riesgo está en el cauce del Guadalhorce a su paso por Cártama y Alhaurín de la Torre; en el río Fahala; en el arroyo de los Prados y los arroyos de la Breña y de la Higuera en Alhaurín de la Torre.
En el caso de Marbella, el PGOU recoge que "se ha producido una sobreocupación espacial de los espacios fluviales en las zonas urbanas por debajo de la autovía A-7, que deberían haberse respetado como llanos de inundación de los cauces, pero que actualmente se encuentran ocupados en su mayor parte por urbanizaciones turísticas y de segunda residencia a lo largo de los cauces bajos de los ríos y arroyos". La presencia de puentes de paso de la autovía A-7 sobre ríos y arroyos puede considerarse "bastante importante en general". Esta circunstancia afecta sobre todo a los ríos Real, Verde, Guadaiza y Guadalmina.
Sobreocupación. En el río Real, los puntos de más riesgos son las viviendas próximas al cauce, al norte de la urbanización Incosol y los equipamientos del campo de golf río Real. En el río Verde: las urbanizaciones La Concepción, Peña Blanca, La Vega, San Javier, La Judía, Salma, La Alcazaba, Cristamar y Río Verde Playa. En el río Guadaiza: Las urbanizaciones Cortijo Blanco (que se ha inundado este año por el desbordamiento del río), La Pepita, Guadaiza, El Rodeo y Las Petunias. Incluso corren riesgo dos instalaciones polideportivas y un campo de golf de la zona. Y en el río Guadalmina: el campo de golf Guadalmina y las viviendas próximas a la urbanización Guadalmina Alta. Alrededor de cinco viviendas de la urbanización Las Yucas y la urbanización Casasola.
Mijas presenta, según su alcalde, Antonio Sánchez, un caso que podría ser susceptible de problemas de estas características. Se trata de un edificio de viviendas a orillas del río Fuengirola muy cercano de una conocida área comercial, junto al antiguo multicines de Mijas. Sin embargo, el regidor asegura que "pese a las abundantes lluvias acaecidas en los últimos meses, este emplazamiento no ha sufrido problemas de ningún tipo".
El regidor mijeño añadió que se está elaborando desde principios de año un estudio detallado que pretende censar y contabilizar todos los casos de construcciones ilegales en el municipio. "Hasta el momento, se llevan contabilizadas cerca de 2.700 construcciones irregulares en nuestro territorio", explicó Sánchez, que espera que este informe esté listo para finales de año.
En Rincón de la Victoria, las inundaciones de hace seis años supusieron un antes y un después. Desde aquellos hechos, "se está controlando la zona de arroyos", apunta la regidora rinconera, Encarnación Anaya. En el caso de actuaciones, se ha instado a la Agencia a que tenga prioridad en el arroyo Serrezuela. No obstante el temporal invernal ha dejado problemas por desplazamientos de tierras, que han afectado a viviendas construidas junto a laderas. En la urbanización Terrazas de Riosol, en La Cala del Moral, tuvieron que ser desalojadas ocho personas.
Ese mismo problema lo han sufrido vecinos de Torremolinos, donde el 19 de febrero varios vecinos de la Plaza de Los Tajillos tuvieron que desalojar sus viviendas, situadas junto a la Cueva del Bajondillo, debido a la caída de grandes terruscos. También debieron ser desalojadas varias casas en Cerro del Águila, en Benalmádena.
En Manilva, la situación es aún peor. Las lluvias, además de provocar inundaciones, han hecho que varias viviendas se desplazaran por movimientos de tierra y algunas de ellas, situadas en Monteviñas, tienen que ser derribadas.
En Estepona hay pocas viviendas que se encuentren en zonas de riesgo por las crecidas de ríos. Únicamente la zona de las Abejeras, en el extrarradio, donde unos corrimientos de tierra por las lluvias provocaron un talud y el desprendimiento de gran parte de la ladera donde se encuentran varias urbanizaciones.

* Información elaborada por ANA GARCÍA, PRINCESA SÁNCHEZ, JUANJO ZAYAS, JOSÉ LUIS JIMÉNEZ, CARMEN FERNÁNDEZ Y NOELIA ANDRADE

No hay comentarios:

Publicar un comentario