martes, 6 de abril de 2010

MARBELLA. El pleno marbellí aprueba las correcciones al nuevo PGOU. (LAOPINION)

Tanto PSOE como PP apoyaron el último paso previo a la entrada en vigor del documento. Sólo el edil de IU y un concejal no adscrito se opusieron al plan.


PRINCESA SÁNCHEZ. MARBELLA La tramitación administrativa del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Marbella da sus últimos coletazos. Ayer, la corporación municipal aprobó el documento que subsana los errores apuntados por la Comisión de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Andalucía. Es la última condición que quedaba por cumplir para que el PGOU entre en vigor las próximas semanas.
El denominado "expediente de cumplimiento" obtuvo el voto favorable de la mayoría de los concejales; en concreto, 25 de 27. Todos ellos, integrantes de las listas del PP y PSOE. Ninguna oveja se salió del redil y, por tanto, cumplió la disciplina de voto, al contrario que el pasado julio, en el pleno que lo aprobó de manera provisional. El único representante municipal de IU, Enrique Monterroso, y el ex edil no adscrito, Juan Luis Mena, se opusieron ayer a levantar el brazo a la par que los demás.
Errores. El nuevo planeamiento no corrige los errores del pasado y, además, perpetúa los cometidos durante el mandato del Grupo Independiente Liberal (GIL), en opinión del concejal de IU. "Es una vuelta de tuerca más en la dictadura del ladrillo, ya que se apuesta por más de lo mismo", criticó durante la sesión.
El nuevo PGOU prevé en los próximos ocho años la construcción de 27.643 viviendas y la recalificación de 15,8 millones de metros cuadrados. "Según la ratio de la propia Junta de Andalucía, estas viviendas supondrían un aumento de población de 66.343 personas, el 50,8% sobre el censo actual de 130.500 habitantes, unas previsiones que superan el límite del 30% que establece el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía", recordó.
La participación ciudadana ha sido otra de las grandes ausentes en la tramitación urbanística. No sólo para Monterroso. También para Mena y la portavoz socialista Susana Radío.
Todos ellos coincidieron en destacar que el Ayuntamiento no estructuró los mecanismos necesarios para atender las demandas de la vecindad. Más aún, "han quedado 16.000 alegaciones sin contestar", destacó Mena.
El que fuera edil socialista y que actualmente ocupa su escaño sin más siglas que las de su nombre propio se erigió como portavoz de los residentes en el núcleo poblacional de San Pedro Alcántara que "queda olvidado de nuevo en este PGOU", señaló.
El plan no prevé la construcción de hoteles en el centro neurálgico de la zona, les deja el cementerio a once kilómetros de distancia, desestima la ampliación de su suelo escolar y no amplía su polígono industrial, entre otros muchos problemas, lamentó.
Muy al contrario, PP y PSOE defendieron un PGOU que "supondrá un revulsivo para la actividad económica y la creación de empleo en la ciudad", en palabras de la alcaldesa, Ángeles Muñoz.
La regidora destacó los 5 millones de metros cuadrados de espacios libres que reserva y los 1,2 millones para equipamientos.

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