El plan triplica las casas en la zona de Campanillas para encajar la obtención del suelo a coste cero para la Junta · El Pleno aprueba hoy de forma provisional el documento
S. SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 16.07.2010 - 01:00
La Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga escenificaron la pasada semana un gran acuerdo con el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de la capital como frente común. Tras agrias y gruesas disputas sobre el contenido del documento, ambas administraciones acabaron por darse la mano y avanzar unidos en lo que será el camino final del planeamiento futuro de la ciudad, cuyo itinerario se prevé concluya antes de finales de año.
Pero todo ello es posible porque el equipo de gobierno del PP ha acabado por asumir en el contenido del planeamiento futuro la fórmula con la que compensar a los propietarios del sector de Arraijanal, de tal manera que a la Administración regional le costará cero euros el suelo para realizar allí un parque metropolitano.
El mecanismo concede a los dueños de estos 543.000 metros cuadrados compensaciones edificatorias en otros puntos de la urbe cuya valoración económica se traduce en unos 78 millones de euros, cifra sensiblemente alejada de los 200 millones que, según dijo el alcalde, Francisco de la Torre, podría llegar a costar ese suelo conforme al precio que en su día ingresó el Ministerio del Interior por la venta de un cuartel localizado en el sector.
Éste no es el único pago que lleva aparejada la operación de Arraijanal. La otra se deja sentir de manera severa en los entornos de Campanillas y Puerto de la Torre, que han sido convertidos en pizarras donde aplicar los cálculos necesarios para ajustar la adquisición de los terrenos localizados en la zona de Guadalmar. En el primero de los espacios, según la documentación municipal, se plantean tras los cambios realizados más de 16.300 casas nuevas, de ellas 7.500 de protección oficial (el 38% del total de nuevas viviendas en la ciudad) y Puerto de la Torre, con 7.876 pisos, de los que 4.278 serán VPO.
El escenario geográfico donde el efecto colateral de Arraijanal es mayor es la reserva de suelo marcada en el Plan de Ordenación Territorial de la Aglomeración Urbana (Potaum) en Campanillas, suelo donde la Administración regional busca potenciar el asentamiento de viviendas a precios asequibles. En este lugar, de las alrededor de 3.000 viviendas contempladas en el documento que fue devuelto al Consistorio por la Comisión de Ordenación Territorial y Urbanismo de Andalucía (COTUA) se ha pasado a casi el triple.
Los cuatro sectores que integran esta delimitación residencial pasarán a albergar edificios de planta baja más cuatro o cinco niveles de altura, con una cifra superior a las 9.000 casas, con unas 5.000 protegidas. Esto supone que la densidad media en el terreno será de 60 viviendas por hectárea. El obvio incremento en viviendas programadas en el documento pone en evidencia, además, la posición de la Junta de Andalucía respecto al planeamiento. El aval que los técnicos y los responsables autonómicos dan ahora a plan general de la capital contrasta con el rechazo que despertó hace varios años.
En este sentido, a finales de 2008, el informe elaborado por la Secretaría General de Ordenación del Territorio y Urbanismo de la Junta sobre el plan, que en aquel momento estaba aprobado inicialmente, consideraba "sobredimensionada" la oferta residencial contemplada, que se cifraba en 74.000 casas, de ellas 33.282 de nueva ejecución y 41.000 arrastradas del modelo aún vigente, que data del año 1997. Una aseveración que no se mantiene en el escenario actual, cuando el número de casas planteado es similar, con la variación de que las nuevas promociones crecen a 43.000 para poder dar encaje a Arraijanal. Eso sí, lo hace dando especial protagonismo a las VPO.
El nuevo documento será aprobado hoy en un Pleno extraordinario, casi un año después de que el plan fuese devuelto por la Junta al Consistorio ante las "deficiencias" que el mismo presentaba. La duda radica fundamentalmente en la posición que adoptará el PSOE. Todo apunta a que los socialistas optarán por la abstención, mientras IU votará en contra. La aprobación provisional saldrá adelante, por tanto, con el aval solitario del PP y su mayoría absoluta.
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