Fuengirola, Mijas, Estepona, Benalmádena y Rincón deben más de 50 millones de euros
A. RECIO / MÁLAGA | ACTUALIZADO 14.10.2010 - 07:04
La situación de varias pequeñas y medianas constructoras de la provincia es, en estos momentos, rocambolesca a la par que desesperada. La Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP) denuncia que hay una serie de ayuntamientos -los principales son Benalmádena, Estepona, Fuengirola, Mijas y Rincón de la Victoria- que deben varios millones de euros a las pymes que no piensan abonar, al menos, a corto plazo, dejando a las empresas cerca de la bancarrota. Desde la patronal aseguran además que estas pymes no se atreven a denunciar a los consistorios por miedo a que nunca le vuelvan a adjudicar una obra.
Los ayuntamientos, pese a que han visto reducidos sus ingresos tras la caída en picado de la construcción, siguen licitando obras. Les asignan unas partidas presupuestarias pero, en plena crisis, dedican ese dinero previsto a tapar otros agujeros municipales. Aún así, licitan y adjudican la obra a una empresa. Esa pyme ejecuta el trabajo y, a la hora de cobrar, el Ayuntamiento les dice que no tiene dinero.
La gerente de la ACP, Violeta Aragón, subraya que los casos más llamativos se están produciendo en Estepona y Benalmádena, que deben más de 10 millones de euros cada uno, mientras que el Ayuntamiento de Mijas adeuda siete millones; el de Fuengirola, unos cinco; y el de Rincón de la Victoria en torno a tres millones. "Esa deuda es sin contar los intereses y sólo a cinco o seis empresas en cada municipio, por lo que la deuda total debe ser mucho mayor", señala Aragón.
Una deuda, por ejemplo, de un millón de euros puede ser el fin de cualquier pyme. No obstante, la situación es más surrealista pues, según Aragón, las propias empresas tienen que enviar un escrito cada año al Ayuntamiento para recordarles que les deben dinero, porque si no lo hacen esa deuda se da por saldada. "Una empresa ha dejado de cobrar un millón de euros por no poder meter un papel a tiempo en un Ayuntamiento reclamando ese importe", subraya la gerente de la ACP.
La empresa tiene la opción de demandar al Ayuntamiento por impago y, de hecho, tiene todas las papeletas para ganar el juicio porque hay jurisprudencia anterior. Sin embargo, no lo hacen, por una parte, por miedo a represalias de ese consistorio y, por otro, porque el litigio puede durar años. En este sentido, Aragón apunta que hay empresas que, con tal de percibir alguna cantidad que les permita seguir adelante, están negociando a la baja con los ayuntamientos, intentando, por ejemplo, cobrar el principal y olvidarse de los intereses de demora, entre otros aspectos.
La ACP ha enviado cartas a todos los ayuntamientos y su presidente, José Prado, incluso se ha reunido con los máximos responsables de Fuengirola, Estepona, Benalmádena, Mijas y Rincón de la Victoria para exigirles el pago. "Nos han atendido pero nada. Nos dicen que no pueden pagar, que lo harán cuando puedan y no establecen ningún calendario", afirma Aragón. La ACP no ha roto las relaciones con estos consistorios pero casi, pues las posturas están completamente distanciadas.
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