La Gerencia responde a una moción de IU que mantendrá el compromiso formal del alcalde de de 2006 de no tocar las viviendas y admite que fue un error no cambiar esa parte del PGOU.
ALFONSO VÁZQUEZ. MÁLAGA Los vecinos de la calles Moya, Emilia Carreras, Doña, Alcaide de los Donceles, la Alameda de Barceló y Antonio Linares Pezzi ya pueden respirar tranquilos después de la comisión de Urbanismo de la pasada semana.
Pedro Moreno Brenes, portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida, presentó una moción en la que preguntaba al concejal de Urbanismo si iba a cumplir el «compromiso formal» del alcalde con los vecinos en 2006 de mantener el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1997, pues el futuro que aguardaba a buena parte de las viviendas populares de las calles mencionadas, junto al Cementerio de San Miguel, era el retranqueo, tal y como dispone el actual PGOU.
Según informa un portavoz de IU, tras la lectura de la moción por parte de Moreno Brenes, el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, informó de que se trataba de un error, «a pesar de que se dieron las indicaciones oportunas», para que la Oficina de Redacción del PGOU mantuviera en esa zona los planes urbanísticos de 1997. «Por error se habían mantenido estos planes de reforma interior».
Así pues, el equipo de gobierno se ha comprometido a corregir el error, «para así cumplir con el compromiso formal con los vecinos que existía por parte del señor alcalde».
Desde el punto de vista administrativo, esto se traduce en la «corrección material de errores en la tramitación de la aprobación definitiva del Plan General de Ordenación Urbana de Málaga». Misterio resuelto.
A primeros de noviembre, la preocupación se dibujaba en los rostros de los hermanos Alejandro y José Luis Jiménez, que conservan la casa de sus padres en la calle Emilio Carreras, donde ellos dos nacieron.
La pasada semana, el primero de ellos calificaba la noticia de «notición» y se congratulaba de que, para los vecinos de toda la zona, se había acabado la incertidumbre después de releer primero la promesa del alcalde en el 2006 de retirada de estos planes urbanísticos y comprobar que continuaban en la aprobación provisional del PGOU de julio de este año.
En el caso de los hermanos Jiménez, el perjuicio ante la incertidumbre era también económico, ya que habían puesto la vivienda en venta. «Más que nada esta noticia es para tranquilidad nuestra porque el tiempo corre en contra nuestra, ya que a partir del 1 de enero no hay deducción de vivienda y teníamos dos compradores potenciales con todo paralizado», cuenta Alejandro Jiménez. En cualquier caso, pedirá copia del acuerdo alcanzado en la Comisión de Urbanismo para tranquilizar a los posibles compradores. Rectificar es de sabios.
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